Por Vanesa Catanzaro  – BLes.com

Un proyecto de ley canadiense pro-LGBT que prohíbe lo que se conoce como “terapia de conversión” que ayuda a menores y adultos con disforia de género, fue aprobado el miércoles en la Cámara de diputados y podría llevar a la cárcel a padres que se opongan por el solo hecho de criar a sus hijos según sus creencias morales o religiosas, según denuncia una organización provida.

La organización nacional Campaign Life Coalition (CLC) de Canadá advirtió que el proyecto de ley C-4, castigaría con penas de hasta 5 años de cárcel para las personas que orienten a niños u otras personas con confusión de género, entre ellos a sus propios padres, acorde a lo que informó Life Site News.

El proyecto de ley C-4, antes conocido como proyecto de ley C-6, recibió el consentimiento sin debate en una inusual muestra de unanimidad tanto de liberales como de conservadores el miércoles pasado, para saltarse la votación en la Cámara de los Comunes.

Mientras que el proyecto de ley progresista del primer ministro Justin Trudeau, permite el asesoramiento y las intervenciones quirúrgicas para cambiar el género de un niño o adulto, prohíbe expresamente cualquier apoyo o guía para tratar la disforia de género.

Esta es la tercera vez que los liberales izquierdistas presentan el proyecto de ley. Por primera vez fue el C-8 en marzo de 2020, pero se cayó después de que el gobierno prorrogó el parlamento en agosto del 2020. El partido de Trudeau volvió a presentar el Proyecto de ley C-6, pero fue retirado cuando el parlamento se disolvió antes de las elecciones federales de septiembre de 2021.

La organización provida CLC, hizo una compilación en video de declaraciones que hicieron los precursores del proyecto de ley, desde el C-8 hasta llegar a la C-4, que fueron dando señales de lo que podría suceder.

Según indica el medio, cuando la prensa le consultó en marzo del año pasado al ministro del Departamento de Justicia de Canadá, David Lamettien, si la prohibición de la terapia de conversión en el Proyecto de ley C-8 que se había presentado en ese momento “haría ilegal que los líderes religiosos condenen la homosexualidad”, él respondió:

“Una conversación legítima con un final abierto para ayudar a alguien a explorar su sexualidad” es “absolutamente necesaria a medida que las personas avanzan en la vida, ya sea un consejero, un líder religioso, un padre, yo soy padre.”

Y continúa: “Si es abierto y es exploratorio, entonces sí. No está contemplado en esta legislación. Lo que está incluido en esta legislación son las prácticas que intentan cambiar la orientación sexual de uno hacia un ideal predefinido, etc.”, lo que para el CLC sugiere que “será ilegal que los líderes religiosos y los padres condenen la homosexualidad”.

Entre tanto sobre el Proyecto de Ley C-6, la entonces Ministro de Diversidad, Inclusión y Juventud, Bardish Chagger había dicho que “hay jóvenes que se sienten muy presionados” y es de esperar que [la legislación] “proporcione algún alivio a esa presión”, ya que ahora ley se ocuparía de la persona “que está imponiendo esa presión”, por lo que el CLC señala que ella admite en su declaración “que mamá y papá pueden ser procesados ​​si su hijo percibe presión sobre los temas de identidad de género y homosexualidad”.

Incluso el parlamentario conservador Garnett Genuis, a pesar de que acuerda con la mayoría la prohibición de la terapia de conversión, advierte que el proyecto del gobierno liberal “tiene una definición amplia de terapia de conversión” que podría “abrir la puerta a las fuerzas del orden para acceder a las comunicaciones familiares privadas”, y que debía modificarse, por lo que lazó una petición en su página web

Según explicó, la definición dice que la terapia de conversión es “una práctica, tratamiento o servicio diseñado para cambiar la orientación sexual de una persona a heterosexual o identidad de género a cisgénero, o para reprimir o reducir la atracción o comportamiento sexual no heterosexual”, y esta “definición amplia” podría “abrir la puerta a las fuerzas del orden para acceder a las comunicaciones familiares privadas”.

Con respecto al Proyecto de Ley C-4, el CLC asegura que si se aprueba será ilegal en Canadá que cualquier persona intente revertir la conversión se la sexualidad de alguien, incluso si es un adulto el que está pidiendo ayuda, y podrá ser penalizado con la cárcel. 

Directamente, los padres perderían todo el derecho a tomar decisiones por sus hijos menores, según sus valores morales y creencias. 

Jack Fonseca, director de operaciones políticas de CLC, dijo que el C-4 es un “proyecto de ley de procesamiento de los padres”, y agregó que, “no hay protección alguna en el proyecto de ley para los líderes religiosos que, por ejemplo, desalientan a una persona con confusión de género de identificarse como transgénero y que tratan de ayudarlos a estar en paz con el cuerpo masculino o femenino en el que nacieron”.

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