Por Laura Enrione – BLes.com

El martes 30 de noviembre, la Unión Europea exigió pruebas creíbles de que la estrella del tenis Peng Shuai está a salvo.

“La UE pide al gobierno chino que proporcione pruebas verificables de la seguridad, el bienestar y el paradero de Peng Shuai”, dijo el servicio exterior de la UE en un comunicado, según Reuters.

Desde que desapareció el 2 de noviembre tras denunciar que Zhang Gaoli la había agredido sexualmente, la falta de registros que demuestren la seguridad de Shuai facilitados por los medios de comunicación estatales del régimen chino no ha logrado convencer a la opinión pública internacional de su seguridad.

Gaoli es un ex-miembro del Comité Permanente del Partido Comunista, un cargo que le acarrearía represalias del régimen si lo cuestionan públicamente.

Uniéndose a otros grupos internacionales que presionan para que se garantice la seguridad de Shuai, ex campeona mundial de dobles, la UE también instó al régimen chino a realizar una “investigación completa, justa y transparente sobre sus acusaciones de agresión sexual”.

Según el relato de Shuai, ahora borrado, en Weibo, inicialmente fue forzada sexualmente por Gaoli. Posteriormente, mantuvo un romance intermitente con ella mientras seguía casado con su esposa, que estaba al tanto de la relación.

No ha habido actividad pública de Shuai desde que su post fue eliminado apenas media hora después de ser subido.

Mientras las organizaciones internacionales se preocupaban por su estado, los medios de comunicación estatales del régimen chino empezaron a subir a mediados de noviembre imágenes de Shuai en las que aparecía ilesa, con un aspecto casual.

El último rastro de Shuai fue una declaración del Comité Olímpico Internacional (COI) del 21 de noviembre en la que se afirmaba que su director, Thomas Bach, había realizado una videollamada personal con ella y que ésta había pedido privacidad.

Sin embargo, los críticos no tardaron en darse cuenta de que la afirmación era poco fiable; mostraba una imagen de Bach hablando con una pantalla de televisión de Shuai sonriendo en su habitación.

El COI ha sido ridiculizado durante mucho tiempo por valorar su relación con el Partido Comunista Chino por encima de las obligaciones morales. Desde que asignó los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 a Pekín, los grupos de derechos humanos han luchado por cambiar su decisión y alejar los “Juegos del Genocidio” de China.

“El COI no explicó cómo se había organizado la videollamada con Peng, dadas las dificultades que han tenido otras partes interesadas para llegar a ella”, dijo Human Rights Watch en un comunicado.

Según Reuters, Beijing ha dicho a los gobiernos extranjeros que se mantengan alejados de sus asuntos. Además, tanto Gaoli como el régimen han guardado silencio respecto a cualquier consulta sobre Shuai. Su tema ha sido censurado en la Internet continental.

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