Por José Hermosa – BLes.com
Los medios oficiales del régimen comunista chino criticaron duramente una fotografía publicitaria de la casa de modas francesa, Dior, que muestra a una modelo china de piel oscura luciendo un atuendo tradicional y el típico bolso Lady Dior, ignorando su rechazo a los afrodescendientes.
El Beijing Daily cuestionó: “¿Es esta la mujer asiática a los ojos de Dior?” y la describió como de “ojos siniestros” y “rostro sombrío”, mientras que el China Women’s News la consideró desagradable con su “pelo grasiento” y los “párpados caídos”, según SupChina del 23 de noviembre.
Este último medio también agregó que “A raíz de la foto infernal” algunas marcas occidentales mantienen “orgullo y prejuicio contra el pueblo y la cultura china”.
Por su parte, el Global Times denunció discriminación, describiendo “los estándares de belleza típicos de China, que suelen caracterizarse por una piel clara y unos ojos grandes”, y adjuntó la foto criticada a uno de sus tuits.
“La marca de moda francesa Dior continuó enfrentándose a una controversia persistente en las redes sociales chinas por una foto reciente acusada de difamar la imagen de las mujeres chinas, y algunos cibernautas chinos exigieron una explicación de Dior y de la fotógrafa”.
El escándalo fue aún mayor en las redes, donde abundaron las enojadas intervenciones de los internautas chinos.
Ante la presión, Dior apartó la foto de la exposición de Shanghai y de sus cuentas en las redes sociales, el 18 de noviembre, declarando que “siempre respeta los sentimientos del pueblo chino y cumple estrictamente las leyes y reglamentos chinos”.
No menos apaciguadora se mostró la fotógrafa china, Chen Man, quien prometió “educarse” en la historia de China y mejorar sus “ideologías”, a través de un blog el 23 de noviembre.
Este caso muestra la delicada situación que tienen que enfrentar los diseñadores, los publicistas, y en general quienes se refieran a China, obligados a mostrar el lado “confiado” y “positivo” del país, en sus expresiones.
Más aún, múltiples veces otras marcas y programas de entretenimiento destinados al mercado chino, han tenido que eliminar a sus protagonistas afrodescendientes o de otras razas que no complacen los estándares del Partido Comunista de China (PCCh).
En el caso del actor John Boyega, quien tuvo un papel protagonista interpretando al personaje de Finn en “Star Wars: The Force Awakens” (“Star Wars: el despertar de la fuerza”), en el 2015, su imagen fue disminuida en el póster promocional.
Asimismo, otros personajes no blancos, incluidos Poe Dameron de Oscar Isaac y Maz Kanata de Lupita Nyong’o, fueron directamente eliminados de estas gráficas.
También, en el 2016, por ejemplo, un comercial del detergente local Qiaobi provocó indignación mundial después de que parecía mostrar a un hombre negro siendo “blanqueado”.
Por otro lado, las peores expresiones de racismo se evidencian en la implacable persecución contra los miembros de las minorías étnicas como la uigur, que ha sido catalogada como genocidio por varios países.
Una represión no menos destructora es aplicada por el régimen comunista contra las prácticas religiosas como la de Falun Dafa, que incluye la extracción forzada de órganos de sus practicantes para ser comercializados.