José Hermosa – BLes

El fundador y CEO del grupo de investigación Project Veritas, James O’Keefe, denunció que el FBI y el Distrito Sur de Nueva York allanaron las casas de sus periodistas tras el supuesto robo del diario de Ashley Biden, la hija del presidente estadounidense, Joe Biden, por desconocidos.

“No quieren que me defienda y enseguida han intentado silenciarme. Por eso la carta de presentación de la citación del Gran Jurado que recibimos contiene este lenguaje”, declaró O’Keefe en el sitio web de su organización el 5 de noviembre.

De hecho, el comunicado oficial dice: “El Gobierno le pide que se abstenga voluntariamente de revelar la existencia de la citación a cualquier tercero”, y argumenta que de saberse: “podría interferir y obstaculizar la investigación”.

No obstante, lo que hizo decidirse a O’Keefe a publicar la citación fueron las indagaciones que el New York Times hizo a sus periodistas tan solo una hora después de que el FBI hubiera allanado el hogar de uno de ellos, haciéndole cuestionar la confidencialidad del Gran Jurado.

La cuestión de fondo es el ofrecimiento que unas personas le hicieron a Project Veritas de una copia del diario que supuestamente pertenecía a Ashley Biden, y que expresaron que contenía: “acusaciones explosivas contra el entonces candidato, Joe Biden”.

Los poseedores del diario actuaron por intermediación de unos abogados, y luego de que los investigadores obtuvieron la copia decidieron por ética no divulgar el contenido, más aún, lo entregaron al FBI para que lo devolviera a su supuesta propietaria, relata O’Keefe.

A pesar de que los periodistas investigaron el origen del documento, no podían asegurar la veracidad del contenido, ni si los acontecimientos allí expuestos ocurrieron realmente. Además, el abogado de Ashley Biden se negó a autentificarlo.

Ahora, el gobierno de Biden investiga el caso, lo que hace decir a O’Keefe: “¿En qué mundo el supuesto robo de un diario es investigado por el FBI del Presidente y su Departamento de Justicia? ¡Un diario! Esta investigación federal huele a política”.

Y agrega: “El Proyecto Veritas nunca amenazó ni se involucró en ninguna conducta ilegal. Si el Distrito Sur de Nueva York trata de quitarnos nuestros derechos de la Primera Enmienda para descubrir y publicar historias de interés periodístico sin la intimidación del gobierno, tenga por seguro que el Proyecto Veritas no se echará atrás”.

Asimismo enfatiza en que: “El Proyecto Veritas no huye de nada y no se esconde de nada”.

“Por eso pido a todos los estadounidenses, y especialmente a todos los periodistas, que se unan a nosotros para defender el derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, y para enviar el mensaje de que la política del miedo no prevalecerá en los Estados Unidos de América”, concluye diciendo O’Keefe.

De acuerdo con un informe mencionado por New York Post, “otro sitio web conservador publicó docenas de páginas manuscritas del mismo el 24 de octubre de 2020, antes de las elecciones presidenciales”, aludiendo al diario mencionado.

También agregó que Project Veritas poseía un audio en el que Ashley Biden admitía que le pertenecía.

Al parecer el FBI intervino en el caso tras la denuncia que un miembro de la familia Biden hizo sobre el robo de varias pertenencias que se encontraban en el auto de Ashley Biden, según un informe del New York Times.

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