Por Agustina Sucri – La Prensa

Violación de los derechos, discriminación, abuso psicológico, aislamiento con restricciones químicas y físicas además de una negativa a brindarles atención médica que permite salvar vidas, son los principales atropellos de los que están siendo víctimas muchos de los pacientes internados con covid en Estados Unidos, según denunciaron el miércoles último médicos, abogados y familiares de enfermos en una conferencia de prensa organizada por la Truth for Health Foundation (Fundación Verdad por la Salud), una organización benéfica pública.

“Los presos tienen hoy más derechos que los pacientes internados con covid en los hospitales de Estados Unidos”, aseguraron durante la conferencia transmitida vía streaming en la que dieron a conocer una serie de impactantes testimonios sobre la “tiranía médica” que parece regir en ese país.

“Una de las cosas que nos preocupa es la forma en que los derechos civiles de los pacientes, los derechos humanos y los derechos de las familias a estar con sus seres queridos han sido literalmente arrojados por la ventana”, expresó la doctora Elizabeth Lee Vliet, presidenta y directora general de la Truth for Health Foundation, quien fue la encargada de presentar los diversos testimonios de médicos, familiares de pacientes y abogados que se han ocupado de “sacar pacientes de los hospitales para salvarles la vida”, según remarcó Vliet.

La primera en contar su aterradora experiencia fue Ali Schultz, una abogada del consejo asesor legal de la misma Fundación, que trabaja con el equipo médico en las trincheras precisamente para enfrentar los abusos hospitalarios y asistir a los familiares de enfermos.

Schultz terminó viviendo en carne propia las diversas irregularidades cuando sus suegros -Chuck y Christy- tuvieron que ser hospitalizados con covid pero expresaron mediante un documento su voluntad de no recibir Remdesivir ni ventilación mecánica.  “Creo que vale la pena contarlo para tratar de salvar a la mayor cantidad de personas posible”, comenzó.

Según relató Schultz, aunque sus suegros fueron internados en hospitales distintos, “tenían exactamente el mismo protocolo” y, como rechazaron el Remdesivir, “sentí que nos castigaban”.

“La razón por la que rechazan el Remdesivir, y estoy de acuerdo con ellos, es porque se sabe que causa toxicidad e insuficiencia renal, lo que en última instancia conduce a más congestión pulmonar”, prosiguió la abogada, quien aclaró: “Obviamente no soy médica, pero hemos investigado mucho sobre esto porque hay que hacerlo cuando se defiende la propia salud”.

La suegra de Schultz murió el 17 de septiembre último. La abogada contó: “Con mi suegra, Christy, intentaban que le quitáramos el respirador sin permitirnos entrar a verla y evaluarla. No podemos hacer eso. Queremos estar con ella. ¿Cómo puede alguien tomar esa decisión sin evaluar a su ser querido? Esto es un gran problema legal”. Y, en ese sentido, afirmó que esta clase de situaciones deben ser consideradas como “encarcelamiento ilegal” y “tortura”.

Explicó que, normalmente, “para aislar y sujetar a los pacientes, existen directrices muy estrictas para los trabajadores sanitarios. Tiene que haber una nueva orden cada veinticuatro horas, y si pasa de unos días, necesitan que un juez firme una orden judicial. No pueden encerrar a alguien durante tanto tiempo. Y tampoco pueden conspirar para que todos los hospitales de su entorno hagan lo mismo”.

En tanto, su suegro se salvó luego de que -según detalló Schultz- logró que fuera “liberado” del hospital el 16 de septiembre. Mientras Chuck recibía tratamiento en la Clínica Mayo de Scottsdale (Arizona) antes de ser dado de alta, Schultz dijo que las enfermeras no aplicaban ningún tipo de plan para que se estabilizara lo suficiente como para ser trasladado fuera de la unidad de cuidados intensivos. “No tenían ningún plan para tratarlo sin oxígeno ni para llevarlo a casa”, declaró la abogada, quien señaló que la coacción para que los pacientes usen Remdesivir es tan fuerte que esa clínica no tiene un protocolo “para que los incumplidores” salgan de sus unidades de cuidados críticos con buena salud.

Incluso con un poder legal, Schultz afirmó que no pudo verificar si les estaban suministrando tratamientos vitales básicos como hidratación y alimentación. La abogada escribió cartas y correos electrónicos defendiendo a sus suegros y posteriormente se encontró con una fuerte oposición, al negarle el acceso a sus historias clínicas e incluso a los propios pacientes. “Me privaron del acceso a ellos y me mintieron”, lamentó.
Luego, Schultz descubrió que el hospital le había negado a Chuck comida y agua durante seis días consecutivos, durante los cuales solo le dieron una bolsa de agua azucarada.

La abogada subrayó que los hospitales tienen un “perverso incentivo financiero” para seguir utilizando el protocolo de Remdesivir implantado inicialmente por el doctor Anthony Fauci, principal asesor médico del presidente de Estados Unidos.

Una grabación de audio tomada por Schultz en una conversación con un administrador de la Clínica reveló que el hospital sabía que estaban privando a Chuck de nutrición. El hombre en el audio afirmó que “cuando alguien ingresa con tantos problemas para respirar”, eso “es exactamente lo que hacen”. “Eso es lo que ocurre en todos los hospitales del valle. Ese es el estándar de atención”, añadió el administrador.

Schultz en esa conversación le dice que “todas las enfermeras sabían (sobre el estado de Chuck). Les rogaba todos los días. ¿Dónde está su compasión? ¿Por qué no defienden a sus pacientes? Tienen una responsabilidad”.

Vliet comentó que enterarse de que los médicos han estado permitiendo que los pacientes se queden sin alimentación durante un periodo tan prolongado es “asombroso”. “No puedo entenderlo”, dijo.
Schultz instó a las personas que tengan familiares internados a ingresar a verlos e interiorizarse sobre los tratamientos que les están suministrando, pues es un derecho.

MEDICAMENTO EXPERIMENTAL

Otro de los aspectos alarmantes que presentó la abogada durante la conferencia de prensa fue el hecho de que la Clínica Mayo le administrara al suegro un medicamento en fase de investigación, el Baricitinib, que aún no está aprobado para el tratamiento del covid-19 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), sin su conocimiento ni consentimiento. Al hombre se lo mantuvo en aislamiento “durante 24 días, más allá de la recomendación de los CDC y de las directrices del Departamento de Salud del Estado de Arizona”, enfatizó Schultz.

Para ella, “el aislamiento es la cuestión número uno”. “No hay que recluirlos sólo porque se utilice la palabra aislamiento”, aconsejó Schultz, explicando que el tipo de palabras utilizadas no cambia el carácter de lo que se está haciendo.

Al reproducir otro clip de audio, Schultz mostró a los administradores de la clínica diciéndole que no podía ver a su suegro: “En cuanto a las visitas en nuestro hospital, no vamos a permitir que visite el hospital mientras él esté aquí”.

Luego, se oye a una mujer decir que “los directores médicos de todos los hospitales se reúnen tres veces por semana, y no hay visitas para los pacientes que dan positivo”. Schultz aclaró que esto significa que las administraciones de varios hospitales se confabulan para hacer del aislamiento una “norma de atención” y revela que se trata de un mismo “modus operandi”, lo cual lo hace más fácil de probar ante la ley.

Por eso Vliet evaluó que “los presos de las cárceles de Estados Unidos tienen ahora más derechos que los pacientes con covid en los hospitales de Estados Unidos. Es inaudito”.

A partir de estos hechos, Schultz desarrolló una denuncia penal privada.

BAJO AMENAZA

Por su parte, el doctor Bryan Ardis sostuvo que en la actualidad la vida de todos parece estar amenazada, ya sea en cuanto a las libertades o a la integridad física. Recordó que desde mayo de 2020 trabaja para alertar a las personas sobre los peligrosos protocolos establecidos para el tratamiento del covid en los hospitales, a los que consideró mucho más peligrosos que “el tratamiento precoz” o el “quedarse en casa”.

“El 1 de mayo de 2020 Anthony Fauci declaró que había un solo fármaco que utilizaría en todos los hospitales de Estados Unidos para tratar  a los pacientes hospitalizados con covid. En el mismo memorándum desestimó la hidroxicloroquina, diciendo que no era efectiva, que era peligrosa y que podía matar a los pacientes con covid”, subrayó.

Luego, contó que el estudio médico que citó Fauci para avalar el uso de Remdesivir en realidad mostró que era el fármaco menos efectivo y con la mayor tasa de mortalidad en comparación con los otros tres que se evaluaron en aquel trabajo para el tratamiento del virus del ébola.

Ardis enfatizó que está convencido de que la mayoría de las muertes de pacientes con covid se deben a los protocolos hospitalarios basados en el tratamiento con Remdesivir y no a la infección con el virus. “Insuficiencia hepática y renal agudas e insuficiencia multiorgánica son efectos adversos conocidos que sufre el 30% de los pacientes con covid que han recibido remdesivir”, aseguró.

El profesional detalló que el covid produce una dificultad para respirar, tras lo cual se suministra el Remdesivir. Este fármaco puede producir, según describió, una insuficiencia renal en el día 3, 4 o 5 de tratamiento. “Al no funcionar los riñones y administrar suero intravenoso al paciente, habrá una retención de líquidos porque el trabajo de los riñones es excretar el agua a través de la orina. Al no poder hacerlo, esta retención aumenta el riesgo de edema pulmonar, lo que lleva a la utilización del respirador artificial. Sobre esto he venido advirtiéndole a la gente. Están acelerando la muerte, al dañar el funcionamiento renal de los pacientes y luego inundar sus pulmones con agua”, graficó.

“Por favor, mantengan a sus seres queridos alejados de los hospitales. Estos protocolos fueron preparados para matar a la mayoría o a muchos de los estadounidenses que van inocentemente en busca de tratamiento”, alertó Ardis, quien hizo hincapié en que el tratamiento precoz es lo mejor para todas las enfermedades por lo que es absurdo que hayan instado a las personas a quedarse en su casa hasta que realmente estuvieran muy enfermas y no pudieran respirar.

Nunca antes en Medicina ha habido una enfermedad en la que se espere hasta que la persona esté muy enferma para empezar a tratarla. Este protocolo es peligroso. Estarán mejor en casa que secuestrados médica y criminalmente por los hospitales”, subrayó.

Para finalizar, Ardis reflexionó que los médicos han sido libres para practicar la medicina durante décadas. “Ahora los médicos que están tratando de practicar la medicina mediante el uso de tratamientos tempranos, entendiendo los antecedentes de los pacientes, tratándolos con fármacos -como ivermectina, hidroxicloroquina, budesonida-, aprobados por la FDA hace años, y que han demostrado su seguridad y efectividad en cientos de estudios, están siendo castigados, mientras recompensan y permiten que conserven sus matrículas para trabajar en hospitales aquellos que solo siguen el protocolo establecido”, lamentó. 

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