Fuente: Trikooba.com
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, admitió que su nuevo plan de restricciones COVID conducirá a que las personas no vacunadas se conviertan en ciudadanos de segunda clase con menos libertades que las personas vacunadas.
Ardern hizo la admisión durante una entrevista con el NZ Herald el viernes, discutiendo el nuevo “sistema de semáforo” de restricciones que eliminará casi todos los bloqueos para las personas vacunadas una vez que el país alcance las tasas de vacunación del 90% en todas las regiones. El nuevo sistema impondrá restricciones mucho más estrictas a los ciudadanos no vacunados, mientras que las personas vacunadas podrán disfrutar más de las libertades que el gobierno tomó hace unos 18 meses.
Nueva Zelanda tiene una de las tasas más bajas de muertes por COVID per cápita en el mundo con solo 28 muertes y menos de 6,000 casos desde marzo de 2020, en un país de unos 5 millones de personas.
Cuando el editor político adjunto del NZ Herald , Derek Cheng, comentó que este nuevo sistema parece estar creando dos clases separadas de ciudadanos y aventuró que Ardern probablemente no lo veía de esta manera, la primera ministra de Nueva Zelanda confirmó que esto es de hecho lo que el sistema debe hacer.
“Entonces, básicamente has dicho que probablemente no lo veas así, sino dos clases diferentes de personas, si estás vacunado o no. Tienes todos estos derechos si estás vacunado… ”, dijo Cheng.
En respuesta a su comentario, Ardern asintió y respondió casualmente: “Eso es lo que es, sí”.
Ardern argumentó que los certificados de vacuna COVID no solo están destinados a aumentar las tasas de vacunación. “En realidad, lo que me quedó claro es que [los certificados de vacunas] no son solo una herramienta para impulsar las vacunas, son una herramienta para la confianza”, dijo.
Según el primer ministro, los certificados de vacunas permitirán a las personas vacunadas “sentirse seguras” sabiendo que están rodeadas únicamente por otras personas vacunadas.
“Las personas que han sido vacunadas querrán saber que están cerca de otras personas vacunadas, querrán saber que están en un ambiente seguro”, dijo.
“Eso es algo que creo que deberíamos ofrecer a las personas que han sido vacunadas, esa confianza de que estamos haciendo todo lo posible para mantenerlos a salvo y que pueden volver a salir y empezar a disfrutar esas cosas de forma segura”, agregó, sin explicando por qué las personas vacunadas, que al parecer están protegidas contra enfermedades graves, pueden no “sentirse seguras” después de recibir la inyección. Arden tampoco mencionó que las personas vacunadas aún pueden transmitirse la enfermedad entre sí.