Por Andrés Vacca – BLes.com
Tanto Chile como Argentina están padeciendo el resurgimiento de una izquierda radicalizada que promueve el objetivo de “destruir y paralizar” la infraestructura y las inversiones empresarias en la región. La nueva izquierda adoptó la forma de pueblos originarios, identificándose como aborígenes mapuches que pretenden reivindicar sus supuestos derechos de modo violento usurpando propiedades e incendiando y destruyendo edificios públicos y empresas.
Los medios argentinos y chilenos publicaron esta semana que tras ell nuevo auge de los conflictos con los mapuches que lleva meses sin resolverse, se dio a conocer un “manual mapuche” titulado Kutralwe, herramientas para las luchas, en el cual se enseña a “generar un clima de descontrol y caos”, “destruir y paralizar” infraestructura e inversiones.
El manual de casi 300 páginas fue publicado y distribuido por la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), una organización armada con base en la Patagonia argentina y chilena que reclama por medios violentos sus supuestos ‘derechos ancestrales’ a la propiedad de tierras.
El texto de adoctrinamiento izquierdista detalla los métodos para tomar terrenos, manipular a la opinión pública e incluso “tácticas de autodefensa” para actuar frente a las fuerzas de seguridad. Para los redactores de estas instrucciones, el “Estado de derecho” en Chile y Argentina no es más que una “continuidad de la usurpación” del hombre blanco sobre los territorios de pueblos originarios.
Tras los intensos enfrentamientos, el 12 de octubre, el presidente de Chile Sebastián Piñera anunció el estado de emergencia y desplegó tropas en dos regiones del sur del país donde se han desatado verdaderas batallas campales entre los autoproclamados mapuches y las fuerzas de seguridad, reportó Breitbart.
Piñera, de 71 años, dijo durante un discurso esa semana que las cuatro provincias en cuestión han visto “repetidos actos de violencia vinculados al narcotráfico, terrorismo y crimen organizado cometidos por grupos armados”, y que civiles y policías inocentes han muerto en la violencia.
Los mapuches son el grupo indígena más grande de Chile con 1,7 millones de los 19 millones de habitantes del país. Históricamente han reclamado, de forma pacífica, la restitución de tierras boscosas que actualmente son explotadas por empresas dedicadas a la exportación de materia prima para la industria papelera y el comercio internacional de maderas.
Durante los últimos años surgieron pequeñas agrupaciones radicales dentro de los mapuches que han decidido llevar a cabo sus reclamos de modo violento siguiendo los lineamientos de la izquierda para lograr sus objetivos.
En Argentina los mapuches son una comunidad considerablemente más reducida que en Chile y con muy poca representación. Sin embargo las células radicales también se hicieron presentes durante los últimos años en las provincias del sur del país, llevando a cabo fuertes atentados como incendios de bosques, de edificios públicos y privados, usurpaciones de campos y numerosos enfrentamientos violentos con vecinos y fuerzas policiales.
El manual en cuestión, argumenta una preocupación por la deforestación de bosques y por la explotación de los recursos naturales, con estadísticas y planteos más bien simplistas, pero que terminan con un llamado a la protección del patrimonio, con una invocación, todavía suave, hacia la acción:
“¿Qué vas a hacer tú?, ¿dejar que sigan saqueando y aniquilando nuestro territorio ancestral? ¿O te levantarás en lucha y resistencia para revertir esta compleja situación en que está pasando gravemente la naturaleza, el agua y el pueblo mapuche?”, se puede leer en el manual.
Estas preguntas iniciales funcionan como el típico anzuelo romántico utilizado por la izquierda para llamar la atención de las masas y reclutar gente, utilizando palabras que generan una presentación liviana pero idealizante.
A medida que avanzan los capítulos del manual, el mensaje se evidencia con mayor claridad. El romanticismo queda de lado y Kutralwe se revela como lo que es: un manual básico, pero complejo y completo, sobre todas las instancias de una “guerra de liberación”.
En sus conclusiones se puede leer: “Que al empresario se le haga poco viable desarrollar su negocio en la localidad. Las acciones contra el enemigo deben dejar consecuencias graves en su economía, irreparables y cada vez en mayor escala”. Se trata de “destruir o quedarse con todos sus medios de producción, sus máquinas y recursos, avanzar en la construcción de condiciones para el control territorial total”.