Fuente: La Gaceta de la Iberosfera

Las autoridades colombianas han capturado este sábado a Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, líder del Clan del Golfo y el narcotraficante más buscado del país, en una operación conjunta entre el Ejército, la Policía Nacional y la Fuerza Aérea en la región de Urabá, en Antioquia.

El Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa por el capo de hasta cinco millones de dólares (unos cuatro millones de euros), por alias ‘Otoniel’, de 50 años, sobre quien pesa una orden de extradición de Estados Unidos, dos circulares rojas y una azul de Interpol, y más de 120 órdenes de captura en Colombia.

El criminal pasó por la desaparecida guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) pero dejó las armas tras la desmovilización del grupo en 1991 antes de incorporarse a los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Allí, junto con su hermano Juan de Dios Úsuga (alias ‘Giovanny’, muerto en 2012 en un operativo policial), fue líder del Bloque Centauros, que operaba en los Llanos Orientales de Colombia, en el este del país, antes de volver a dejar las armas durante las desmovilizaciones masivas de paramilitares impulsadas por el entonces presidente Álvaro Uribe.

Tras esta nueva entrega, Otoniel se unió a las nacientes AUC, impulsadas por el narcotraficante Daniel Rendón Herrera (alias ‘Don Mario’, quien también era parte de las AUC, y fue detenido en 2009 en el municipio de Necoclí), de quien él y su hermano eran lugarteniente.

Tras la captura de ‘Don Mario’, los hermanos Úsuga se hicieron con el control de una de las bandas narcotraficantes más grandes del país, con influencia en los departamentos de Antioquia y Chocó (noroeste), y que obtiene recursos, además, de minería ilegal y redes de tráfico de personas. La muerte de alias ‘Giovanny’ provocó que ‘Otoniel’ quedara como máximo jefe de una organización criminal que, de acuerdo con la Policía de Colombia, cuenta con unos 3.500 hombres en todo el país.

Según el comunicado, las 128 órdenes de captura que pesan sobre ‘Otoniel’ en Colombia incluyen los delitos de «narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad».

Un operativo fallecido en la detención

Un intendente de la Policía de Colombia ha muerto durante los prolegómenos de la operación que acabó con la detención de ‘Otoniel’. El carabinero Edwin Guillermo Blanco Báez, de 34 años, falleció en la aldea San Pablo, a dos horas de la zona urbana del municipio de Turbo (Antioquia).

«A los padres y seres queridos de nuestro uniformado nacido hace 34 años en Güicán de la Sierra, Boyacá, mi sentimiento de solidaridad. La familia de la Policía Nacional está con ustedes en este momento de dolor, y en su memoria no permitiremos que la acción criminal quede impune», hizo saber el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, en su cuenta de Twitter.

También el presidente de Colombia, Iván Duque, ha declarado sus condolencias en la red social: «Rendimos un sentido homenaje al intendente, quien falleció en la operación de captura del criminal alias ‘Otoniel’. Lo recordaremos siempre como un héroe que llevó, con su trabajo, a este gran golpe en favor del pueblo colombiano».

Comparable con Pablo Escobar

Duque se ha desplazado hasta el lugar del arresto, donde ha celebrado en una rueda de prensa la captura, que considera «solo comparable a la caída de Pablo Escobar en los años noventa».

Para Duque, la detención de Úsuga es «el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo» en Colombia, acusado como está de enviar toneladas de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos por Urabá, recoge la cadena RNC.

El mandatario se ha referido al arrestado como un «asesino de policías, de soldados, de líderes sociales, además de reclutador de menores».

Por su parte, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, ha explicado durante la misma rueda de prensa que el Clan del Golfo se había convertido, en los últimos años, en la «mayor amenaza» por el elevado nivel de cocaína que enviaba a mercados de Estados Unidos y Europa, el «mayor número de toneladas» de Colombia.

Duque, quien ha confirmado que en la captura han colaborado agencias de inteligencia estadounidenses y británicas, ha asegurado sobre la extradición que trabajarán con las autoridades «para lograr este cometido», aunque eso no impedirá «que se conozca la verdad sobre el resto de los crímenes» en Colombia.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha celebrado en un mensaje en Twitter la detención del capo. «Asegurar que la Colombia rural tenga paz es determinante para que la urbana tenga seguridad y que evitemos que el narcotráfico desafíe al estado de derecho y sacrifique la vida de más generaciones», ha escrito.

También el expresidente colombiano Juan Manuel Santos ha agradecido en la misma red social «a la Policía y a las Fuerzas Militares» la captura del narcotraficante.

‘Otoniel’ llega a Bogotá

El narco ha llegado ya a Bogotá en un avión de la Policía, escoltado por dos agentes hacia una camioneta en el aeropuerto y, desde ahí, a la sede de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía, donde pasará la noche.

Al mismo tiempo, se ha dado a conocer la designación de un equipo especial en materia penal para que vigile todo el proceso judicial contra el narcotraficante, según ha informado la fiscal general, Margarita Cabello. Según la funcionaria, la designación de dicho equipo también busca que se haga justicia y se repare a las víctimas como corresponde.

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