Por Gabriela Moreno – Panampost.com

Una mermelada, un tomate frito, una cerveza o una malta, electrodomésticos, artículos de aseo personal, carne de res, conejo o pollo y hasta una moto son parte de los productos que el régimen cubano permite comprar con tarjetas internacionales —tales como Visa o Mastercard— emitidas en el extranjero en sus plataformas de comercio estatal exponiendo las contradicciones de un sistema que profesa el comunismo. 

Según Cubanet, hay 103 establecimientos —la cifra puede ser superior— que ofertan productos exclusivos si son comprados con tarjetas internacionales.

“Detrás de esta medida está la grave crisis que hay en las finanzas externas de la isla” apunta el medio. De ello deriva la exploración del castrismo de otras vías para obtener divisas, más allá de las que recibe de los pagos en Moneda Libremente Convertible (MLC), a través de las tarjetas Fincimex y de cuentas internacionales.

Cobrar con tarjetas internacionales es percibir “dinero nuevo” que el régimen “no tiene en su sistema”, porque “ese pago se hace desde un banco que está fuera de Cuba. Es un dinero fresco que entra” y “vender productos exclusivos solo por esta vía es una manera de conseguir divisa más rápido. La apuesta parece ser nuevamente depositar en los emigrados la responsabilidad de alimentar y costear todo lo que necesiten sus familias”.

Dos plataformas controladas

Envíos Cuba y Bazar Regalo son las dos plataformas del castrismo habilitadas con pago online para atraer los dólares de los emigrados.  Envíos Cuba concentra a las tiendas de comida, aseo y equipos segmentadas por provincia.

Otro establecimiento que expende alimentos en seis ciudades a través de esta página es Envíos Agro. La dirección para recoger la comida ofertada en La Habana o ciudades cercanas es Avenida Van Troi y Final, Finca Alcona S.A Boyeros, un negocio perteneciente a Flora y Fauna, el grupo empresarial que dirige el comandante Guillermo García Frías y su familia.

Ofertas segregadas

También está Bazar Regalo donde empresas estatales y un número muy reducido de privados muestran sus productos, que van desde langostas, bebidas, cerámicas y cortinas de baño hasta velas, productos medicinales y materiales de construcción.

Ante el “volumen de pedidos que se procesan diariamente” anuncian que la emisión de comprobantes de pago demora y la recomendación es no pagar más de una vez un mismo pedido cuyo tiempo de entrega varía entre 10 y 15 días hábiles.

Sin embargo, hay productos exclusivos en estos establecimientos que sólo pueden adquirirse si alguien los paga desde el exterior. Las ofertas varían para quienes compran adentro de la Isla y el que paga afuera.

Una división social

Estas nuevas operaciones con tarjetas de crédito se unen a las decretadas en 2020 cuando el castrismo inauguró las Tiendas en MLC donde los pagos solo son en dólares.

Proyecto Inventario  contabiliza ya 497 locales en el país que dejan a un lado el peso cubano -que maneja la mayoría- limitando el acceso a productos básicos considerando que “tener divisas de modo legal dentro de la isla es prácticamente imposible para quienes no tienen amigos o familiares emigrados que se lo faciliten”. Además, “los establecimientos en moneda cubana son locales fantasmas donde los estantes están vacíos o repletos de botellas de agua”.

Ahora, con el uso de las tarjetas internacionales emerge otro sector entre la deprimida población: los que disponen de una cuenta extranjera propia o de un familiar para comprar los productos que ni en MLC se comercializan. “Esos están en la cima de la pirámide social cuando de poder y capacidad de adquisición en Cuba se trata”.

Más opciones de liquidez

La Televisión cubana asoma una eventual autorización para enviar remesas desde Estados Unidos a Cuba. Sobre esto, Directorio Cubano revela que la administración de Joe Biden trabaja con un multidisciplinario y representantes del Departamento del Tesoro para encontrar una “manera eficaz de asegurar y reanudar este envío de dólares” porque “hay un gran lobby económico que quiere trabajar con Cuba más allá de la dimensión política”.

En el medio aseguran que el mandatario solicita designar una entidad civil que no esté controlada por los militares cubanos para encargar las operaciones y en ese perfil encaja Correos de Cuba que tendría posibilidad de firmar una alianza con el Correo de Estados Unidos para tramitar las transacciones sin la intervención de Western Unión, empresa que el año pasado cerró sus 400 oficina en la isla a partir de la desautorización de la Casa Blanca.

Está posibilidad coincide la extensión en agosto por parte del Banco Central de Cuba al grupo empresarial Correos de Cuba del permiso para prestar servicios financieros.  Sin embargo, LA Times, adelanta “las recomendaciones del Departamento del Tesoro incluyen ideas sólidas, como el uso de billeteras electrónicas”.

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