Traducido de jpost.com por TierraPura.org
El tratamiento redujo el riesgo de llegar a la ventilación mecánica en un 44%. Los ingresos en la UCI se redujeron en un 43%, y la mortalidad global intrahospitalaria experimentó un descenso del 47%.
La aspirina sin receta médica podría proteger los pulmones de los pacientes con COVID-19 y minimizar la necesidad de ventilación mecánica, según una nueva investigación de la Universidad George Washington.
El equipo investigó a más de 400 pacientes con COVID de hospitales de todo Estados Unidos que tomaban aspirina sin relación con su enfermedad, y descubrió que el tratamiento reducía casi a la mitad el riesgo de varios parámetros: llegar a la ventilación mecánica en un 44%, los ingresos en la UCI en un 43% y la mortalidad general en el hospital en un 47%.
“Al conocer la relación entre los coágulos sanguíneos y la COVID-19, supimos que la aspirina -utilizada para prevenir los accidentes cerebrovasculares y los infartos de miocardio- podría ser importante para los pacientes con COVID-19”, afirmó el Dr. Jonathan Chow, del equipo del estudio. “Nuestra investigación encontró una asociación entre la aspirina en dosis bajas y la disminución de la gravedad del COVID-19 y la muerte”.
Las dosis bajas de aspirina son un tratamiento habitual para cualquier persona que sufra problemas de coagulación de la sangre o esté en peligro de sufrir un derrame cerebral, incluida la mayoría de las personas que han sufrido un ataque al corazón o un infarto de miocardio.
Aunque afecta al sistema respiratorio, el coronavirus se ha asociado a la coagulación de pequeños vasos sanguíneos, provocando pequeñas obstrucciones en el sistema sanguíneo pulmonar, lo que conduce al SDRA -síndrome de dificultad respiratoria aguda-.
Investigadores israelíes obtuvieron resultados similares en un ensayo preliminar realizado en el Centro Médico Barzilai en marzo. Además de su efecto sobre los coágulos sanguíneos, descubrieron que la aspirina tenía beneficios inmunológicos y que el grupo que la tomaba tenía un 29% menos de probabilidades de infectarse con el virus en primer lugar.
“La aspirina es de bajo coste, fácilmente accesible y millones de personas ya la utilizan para tratar sus problemas de salud”, dijo Chow. “Encontrar esta asociación es una gran victoria para quienes buscan reducir el riesgo de algunos de los efectos más devastadores del COVID-19”.
La aspirina, aunque tiene un efecto sustancial en la reducción de los coágulos sanguíneos, también puede provocar trastornos hemorrágicos y úlceras estomacales y tiene efectos secundarios perjudiciales en pacientes a los que no está indicado el tratamiento. Hay que tener en cuenta que los nuevos tratamientos no deben iniciarse nunca sin consultar a un profesional de la salud.