Por Andrés Vacca – BLes.com
En la primera jornada de la Cumbre Mundial sobre la Lucha y Prevención contra la Sustracción Forzada de Órganos, un grupo de 8 médicos de Europa, Asia y América del Norte informaron sobre las contundentes denuncias respecto a la sustracción ilegal de órganos bajo el régimen comunista chino, la cual que persiste hasta el día de hoy.
Los profesionales de la salud dieron detalles sobre la extrema brutalidad que padecen las víctimas que son objeto de sustracción forzada de órganos por parte del régimen comunista chino y también formularon recomendaciones sobre cómo frenar y prevenir este tipo de atrocidades, según lo reportado por el sitio web minghui.org.
El profesor Li Huige, profesor de farmacología del Centro Médico Universitario de Mainz en Alemania y uno de los ocho médicos disertantes durante la primera jornada del evento, describió cuatro tipos de sustracción de órganos basando sus comentarios en testimonios y publicaciones de testigos que lograron escapar del régimen dominado por el Partido Comunista Chino (PCCh).
Los dos primeros tipos se refieren a presos condenados a muerte y los dos siguientes tipos incluyen a presos de conciencia y presos políticos.
Li Huige también destacó que tal como se exige en las normas internacionales, los médicos chinos encargados de la sustracción, citan ‘muerte cerebral’ como el estado previo de la persona a la cual se le extraerán los órganos.
Sin embargo, los testimonios citados por el profesional de la salud aseguran que estos cuatro tipos de víctimas, suelen estar vivos en el momento de la sustracción y recién perecen como consecuencia de la brutal intervención.
David Beyda, presidente y profesor del Departamento de Bioética y Humanismo Médico de la Universidad de Arizona, otro de los ocho disertantes, aseguró que ‘las personas son encarceladas como mercancía para suministrar órganos, en lugar de ser tratadas como seres humanos’. En otras palabras, indicó que los cirujanos que realizan los trasplantes en realidad los están asesinando.
En el año 2006 fue la primera vez que se presentó una denuncia completa sobre la sustracción forzada de órganos en China, desde ese momento, informó Beyda, el número de trasplantes reportados por el PCCh ha disminuido considerablemente, sin embargo los testigos que declararon aseguraron un incremento exponencial y continuo en los hospitales de trasplantes de órganos y el número de camas ocupadas con este propósito.
Según la denuncia presentada en un informe llamado “Cosecha Sangrienta”, a partir del año 2000, a pesar de no tener sistema de donación de órganos, la cantidad de trasplantes de órganos se disparó inexplicablemente en China continental.
Según cálculos de los autores del informe “Cosecha Sangrienta”, en su ‘auge’ China llegó a realizar alrededor de 100.000 trasplantes de órganos vitales como córneas, hígados, corazones, pulmones, riñones, etc.
La demanda de trasplantes se volvió tal que se construyeron hospitales e instalaciones para este fin con capacidades de hasta 1000 camas para trasplantes.
Según el sitio web Minghui.org los practicantes de la disciplina espiritual Falun Dafa en China, que cuentan con aproximadamente 100 millones de adherentes, han sido las principales víctimas del crimen de la sustracción de órganos desde el año 1999 cuando el ex líder del PCCh, Jiang Zemin, ordenó a todo el aparato estatal a que “difamaran su reputación, los arruinaran financieramente y destruyeran físicamente”.
Médicos contra la sustracción forzada de órganos (DAFOH), una organización no gubernamental de ética médica, ha solicitado a la Asamblea General de las Naciones Unidas que condene al PCCh por su práctica de sustracción forzada de órganos.
DAFOH dijo que cree que las Naciones Unidas no han tomado la iniciativa para detener estos crímenes contra la humanidad después de más de dos décadas de sustracción forzada de órganos a presos de conciencia, principalmente practicantes de Falun Gong.
“El fracaso de las Naciones Unidas para abordar e investigar a fondo la sustracción forzada de órganos de personas vivas en China es una omisión inaceptable que debe resolverse”, dijo el director ejecutivo de DAFOH, el Dr. Torsten Trey.