Áñez denuncia las torturas que sufre en prisión: ‘El Gobierno busca mi muerte a corto plazo’

Fuente: gaceta.es

La expresidente de Bolivia Jeanine Áñez ha revelado este viernes en una audiencia que padece «anorexia nerviosa» y ha avisado de que el Gobierno boliviano «busca» y «logrará» su «muerte a corto plazo».

Áñez ha intervenido en una audiencia en la que se decidirá si se amplía por otros seis meses la detención preventiva de la exmandataria por acusaciones de delitos de terrorismo, sedición y conspiración en el marco del denominado ‘caso golpe de Estado’.

La expresidente ha informado en la sesión que es víctima de insultos en la prisión y ha denunciado que no se le permite reunirse con sus abogados y se ha impedido una entrevista privada con su psiquiatra, así como acceso a los medios de comunicación para reunirse con ella.

Asimismo, ha lamentado que se le haya negado ser internada en un centro hospitalario, como había demandado por su estado de salud –ha sido diagnosticada de hipertensión y ansiedad– y ha incidido en que se le suministran «medicamentos improvisados» y «de dudosa efectividad».

La exmandataria ha añadido que «muchas veces» los medicamentos que ingiere le provocan «sueño y hasta alucinaciones» y ha anunciado que sufre de «anorexia nerviosa», lo que, además, «agrava» el cuadro de desnutrición que ya padecía, informa el medio boliviano ‘La Razón’.

Áñez, quien ha lamentado también ser un «trofeo» para el Gobierno del presidente, Luis Arce, ha criticado que todas estas situaciones que denuncia ocurren «ante la mirada impasible» de las autoridades de la cárcel de Miraflores, en La Paz, donde se encuentra en prisión preventiva.

Tras estas declaraciones, la expresidenta ha sufrido una descompensación, por lo que la audiencia se ha detenido y aplazado al sábado.

Por su parte, el Régimen Penitenciario ha señalado que se encuentra «estable» y ha recibido atención médica «constante» tras el incidente.

Áñez se encuentra encarcelada, acusada de sedición, terrorismo y conspiración. También ha sido acusada de genocidio por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019. En su etapa en prisión, ha sufrido distintos problemas de salud y un reciente intento de suicidio.