Por María José Olea Álvarez – Panampost.com

Los habitantes de la capital alemana aprobaron expropiar 240.000 apartamentos pertenecientes a empresas privadas, a través de un referéndum. La iniciativa electoral exige específicamente que las propiedades de las inmobiliarias pasen a manos del Estado. De esta forma, sería una nueva empresa de vivienda pública quien administre los alquileres.

El plebiscito celebrado este domingo concluyó que el 56,4 % de los berlineses está a favor de la medida y el 39 % en contra. A pesar de no ser vinculante, sus resultados son una forma de presión para que las autoridades alemanas tomen cartas en el asunto.

Las inmobiliarias en cuestión poseen más de 3000 pisos en Berlín. Con esta iniciativa, cerca de 240.000 apartamentos serían «socializados», afectando al 15 % del parque de vivienda capitalino. Frente a esto, las empresas recibirían una compensación económica de aproximadamente 13700 millones de euros.

Advertencias financieras

Deutsche Wohnen & Co, proyecto que desde 2018 ha impulsado las expropiaciones, sostiene que estas podrán detener el aumento de los alquileres. Además de asegurar precios más accesibles a largo plazo. Sin embargo, los portales inmobiliarios advierten que este tipo de control sobre el mercado desencadenará precisamente el efecto contrario.

De acuerdo con las compañías, ocasionará la disminución de la oferta, incentivará las «economías sumergidas» y la mayor obsolescencia del parque de alquiler. Esto debido a que los propietarios tendrán menos incentivos para invertir en la conservación de sus viviendas.

«La situación actual del mercado del alquiler de Berlín no es comparable con el de las grandes capitales españolas, pero la medida que se pretende aprobar plantea un escenario en el que se pondría en entredicho el derecho a la propiedad privada», afirmó Ferran Font, director de Estudios de pisos.com.

Efecto político

Durante la campaña electoral, el control de precios de alquileres fue centro del debate público en Alemania. Frente a esto, los partidos políticos han dejado en claro sus diferencias. Por ejemplo, los conservadores proponen construir más de 1,5 millones de viviendas para el 2025, pero no contemplan limitar la subida de los precios.

Por su parte, los liberales del Partido Democrático Libre (FDP) apuestan por la compra de viviendas sin restringir el valor de los alquileres. Mientras que el Partido Socialdemócrata de Alemania (SDP) aboga por construir 100.000 viviendas sociales anualmente y congelar los alquileres para evitar que superen el IPC.

Franziska Giffey, la próxima alcaldesa socialdemócrata de Berlín, se ha manifestado en contra de las expropiaciones. La abanderada del SDP estima que estas no solucionarán los conflictos habitacionales de una ciudad en la que más del 85 % de sus ciudadanos vive del alquiler. «Sigo pensando que las expropiaciones no ayudan a crear ni un solo apartamento nuevo que ayude a paliar el problema de la vivienda asequible», afirmó esta mañana a ARD.

No obstante, anunció que encargará al nuevo gobierno de la capital que redacte una propuesta para someterla a un análisis jurídico. «Si los expertos determinan que no es constitucional, no podremos hacerlo», declaró la recién electa alcaldesa.

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