Fuente: Mamela Fiallo Flor para Panam Post
Tres jefes de Estado latinoamericanos fueron tajantes en sus reproches a los regímenes represores que están enquistados en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Los presidentes Guillermo Lasso, de Ecuador; Luis Lacalle Pou, de Uruguay; y Mario Abdo, de Paraguay; enfrentaron a sus pares. Asimismo, exigieron respeto por la libertad frente a quienes se lo niegan a sus ciudadanos.
En primer lugar, el Lacalle Pou, quien funge como mandatario de Uruguay, dejó claro ciertos puntos en su intervención en la Cumbre de la CELAC que tuvo lugar en México. Al respecto, aclaró que “participar de este foro no significa ser complaciente. Nosotros vemos con grave preocupación lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.
El presidente Lacalle Pou citó delante de Miguel Díaz Canel nada menos que la letra de la canción Patria y Vida, la melodía que se ha convertido en un himno por la libertad y contra el régimen comunista cubano. «¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes? Si mi Cuba es de toda su gente», exclamó Lacalle Pou.
El presidente de Paraguay también se destacó por su frontalidad ante las dictaduras que están carcomiendo a Latinoamérica, en un encuentro que se marcó en primer lugar por la expectativa de la llegada de Nicolás Maduro en su primer viaje oficial desde que la Justicia estadounidense lo acusara de narcoterrorismo, al punto de ofrecer una recompensa de USD 15 millones por su captura.
El paraguayo Mario Abdo Benítez no escatimó al hablar y resaltar la ilegitimidad del dictador chavista. En su intervención fue directo a la yugular al resaltar que: “Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido o circunstancia representa un reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro. Es de caballeros decirlo de frente”.
Por otra parte, la respuesta de Nicolás Maduro fue «debatir sobre la democracia».
Siguiendo la misma línea, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dijo que el poder debe emanar de abajo hacia arriba. Curiosamente, Lasso, quien actualmente goza de niveles de aprobación que superan el 70%, en sus primeros 100 días de gestión, Estaba sentado junto a Miguel Díaz-Canel, el hombre que preside a Cuba bajo el único partido legal, el comunista. En su declaración, el mandatario del país andino dijo que debe haber respeto por la libertad de expresión de los opositores, así como debe haber elecciones transparentes.
No obstante, diferencia de Lacalle Pou no lo hizo de manera directa, no nombró a los países ni a los tiranos que reprimen a su gente. Solo habló de los principios que atropellan y que son necesarios rectificar para una verdad integración regional.
Pidió: «Libertad para nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados , para comerciar, soñar y crecer juntos en una plena democracia donde existan elecciones transparentes, donde se respete la libertad de expresión, donde se respeten los derechos humanos y las libertades políticas de los opositores a nuestros gobiernos”.
Aunque los tres presidentes fueron destacados internacionalmente, Lasso fue el menos enfático de ellos, en cierto modo. De hecho, secundó la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de crear una integración regional como la Unión Europea, es decir, una socialdemocracia.
Sin embargo, en contraste con la complicidad de los demás líderes regionales, sus declaraciones resultaron desafiantes. Puesto que el mundo entero vio cómo los cubanos se están levantando en Cuba contra el régimen y cómo este persigue a la oposición.
De hecho, todavía hay presos políticos detenidos desde las manifestaciones del 11 de julio. Recientemente el vicepresidente del Partido Libertario Cubano, que existe de forma ilegal, fue brutalmente golpeado por la policía al servicio del régimen comunista y amenazado con matarlo si seguía denunciando los abusos del gobierno.
Y la mención a las elecciones transparentes es fundamental. Aún más en estos días, cuando Nicaragua es parte de la CELAC, y considerando que los candidatos de la oposición han sido detenidos sistemáticamente.
Vale destacar que Nicolás Maduro salió envalentonado y agradecido con el anfitrión, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, esto le sirvió al dictador para comprender que existen líderes en el mundo que no dudarán un segundo en enfrentarlo y desconocerlo como presidente, antes la tiranía que ha implantado en el territorio venezolano.