Por Oriana Rivas – Panampost.com
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos respecto a la prohibición de abortos en Texas despertó las molestias del bando demócrata, especialmente del presidente Joe Biden. El mandatario pidió usar «todos los recursos posibles» dentro del Gobierno para garantizar abortos a mujeres a pesar del veredicto de la Justicia.
La máxima instancia judicial se negó a bloquear un estatuto que prohíbe la práctica del aborto a partir de la sexta semana de gestación. La votación quedó cinco votos a cuatro y entró en vigor de manera inmediata. Fue en mayo cuando el gobernador Greg Abbott firmó la ley tras haber recibido el visto bueno de la Cámara de Representantes y del Senado en ese estado.
Desde Washington no ocultan su rechazo a la decisión. Esto podría marcar un nuevo precedente en la pugna que existe desde hace meses contra la Corte Suprema. Los demócratas han sido enfáticos en su necesidad de cambiar estructuras judiciales e incluso aumentar la cantidad de jueces para que los veredictos sean emitidos a conveniencia. La decisión referida a la restricción del aborto en Texas, parece estar sirviendo para que Joe Biden arrecie esta necesidad.
Biden pidió al Consejo de Políticas de Género y a la Oficina del Abogado de la Casa Blanca que lancen «un esfuerzo gubernamental integral» para responder a la resolución, señaló EFE. También se pronunció Nancy Pelosi, presidente de la Cámara Baja, quien prometió convocar una votación sobre una legislación que consagraría al aborto en la ley federal.
La congresista demócrata de extrema izquierda, Alexandria Ocasio-Cortez, también opinó. «Los republicanos habían prometido que terminarían con Roe v. Wade y lo han logrado», aseguró. La congresista ha sido una de las más fervientes defensoras de «ampliar la corte», algo que volvió a mencionar tras el reciente anuncio. En abril pasado hizo el mismo pedido cuando el expresidente Donald Trump nominó a la tercera juez de su administración, la católica Amy Coney Barrett.
Florida presentará ley similar
Lo que ocurrió en Texas respecto a la prohibición del aborto no es aislado. Desde mayo pasado el estado de Misisipi apeló al Tribunal Supremo, ya que la intención es prohibirlo a partir de la semana 15 de gestación y no de la semana 20, como figura en la ley actual. Será a partir de septiembre cuando la justicia deba pronunciarse, generando posiblemente un efecto dominó en otros estados.
La mayoría de la corte indicó que su decisión no se basó en ninguna conclusión sobre si la ley de Texas era constitucional o no, y que la puerta seguía abierta para desafíos legales. Sin embargo, desde la Casa Blanca hicieron su propio juicio de valor. Según Biden, la nueva normativa en Texas «viola descaradamente» la Carta Magna, debido al fallo a favor en el caso «Roe v. Wade», que legalizó la práctica en 1973.
Los ciudadanos podrán ser los principales partícipes de la ley, al señalar a quienes ayuden a las mujeres que tomen la decisión por fuera de la normativa aprobada. Este punto también fue criticado por Biden. ya que a su juicio podría «incentivarlos», ya que de ganar el caso podrían obtener hasta 10000 dólares.
No obstante, Biden deberá considerar ampliar sus esfuerzos contra el Tribunal Supremo. Florida, estado gobernado por Ron DeSantis, anunció a través de ambas cámaras del Congreso que presentarán una ley similar a la de Texas. «Representa un nuevo enfoque y el hecho de que la Corte Suprema no impidió que entrara en vigencia es alentador», declaró el presidente del Senado de Florida, Wilton Simpson.
Diferencias con la iglesia
Obispos en EE. UU. habían advertido a Biden de la posibilidad de ser excomulgado de la religión católica. Solicitaron al mandatario que «deje de financiar abortos con el dinero de nuestros impuestos… o deje de decir que es católico».
Por lo tanto, la disputa en torno al aborto no solo podría dar pie enfrentamientos útiles a los demócratas para presionar o inducir cambios influir en instituciones del Estado. También está llevando al mandatario a tener diferencias con la iglesia. «¿Cómo puede decir que es un católico devoto y que está haciendo estas cosas que son contrarias a las enseñanzas de la Iglesia?», fue el argumento del arzobispo Joseph Naumann de Kansas City, Kansas.