Por Laura Enrione – BLes.com
Los medios de comunicación especulan con que la caída de Kabul podría haberse evitado si el gobierno de Biden hubiera aceptado la oferta de paz de un grupo militante.
Los talibanes mantuvieron conversaciones diplomáticas secretas con Estados Unidos antes de tomar el control del palacio presidencial el 15 de agosto. En concreto, los combatientes dieron a las fuerzas estadounidenses la oportunidad de mantener el control de la ciudad hasta que se produjera un “traspaso pacífico” del poder.
“Tenemos dos opciones para afrontarlo”, dijo el líder político talibán Abdul Ghani Baradar según el Washington Post. “Ustedes [los militares estadounidenses] asumen la responsabilidad de asegurar Kabul o tienen que permitirnos hacerlo”.
Al final, Estados Unidos aceptó que los combatientes se hicieran cargo y continuó retirando las tropas antes del 31 de agosto. Esto fue con la condición de que el aeropuerto internacional Hamid Karzai permaneciera bajo el control de Estados Unidos hasta la fecha límite.
Este acuerdo, y la repentina salida del presidente afgano Ashraf Ghani, permitieron a los talibanes entrar rápidamente y tomar el control de la capital. Cuando los combatientes entraron en el palacio vacío no podían creer su suerte.
“No vimos ni un solo soldado o policía”, dijo el comandante talibán Muhammad Nasir Haqqani, según el periódico. “No podíamos controlar nuestras emociones, estábamos tan contentos, [y] la mayoría de nuestros combatientes estaban llorando; nunca pensamos que tomaríamos Kabul tan rápidamente”.
En los días siguientes, el país de Oriente Medio se sumió rápidamente en el caos. Las tropas estadounidenses se apresuraron a rescatar a los evacuados, muchos de los cuales fueron detenidos en los puestos de control talibanes. Esto obligó a muchos afganos que ayudaron a las fuerzas estadounidenses a esconderse a pesar de estar autorizados a salir.
El 26 de agosto, un atentado del Estado Islámico frente a la terminal del aeropuerto acabó con la vida de 13 militares estadounidenses, la mayoría de los cuales tenían aún 20 años.
El 31 de agosto, las últimas tropas estadounidenses evacuaron Kabul y los combatientes talibanes tomaron rápidamente el aeropuerto.
Estados Unidos logró sacar por aire a casi 123.000 personas de la capital. Sin embargo, decenas de miles de afganos en situación de riesgo se quedaron atrás, según Reuters.