Fuente: Trikooba.com
Un artículo publicado en la revista Atmosphere señaló que las tendencias de ERA5 son consistentes con estas observaciones, mostrando que hay una tendencia de enfriamiento en el este y oeste de la Antártida, mientras que una tendencia de calentamiento proviene de la Península Antártica. ERA5 proporciona estimaciones por hora de una gran cantidad de variables climáticas atmosféricas, terrestres y oceánicas.
Según las ilustraciones gráficas de las tendencias de la temperatura del aire en la superficie de las observaciones satelitales en el estudio, la mayor parte de la Antártida y gran parte del Océano Austral circundante se enfrió durante este período. Los investigadores postularon que un tercio de la tendencia de enfriamiento de 40 años se puede atribuir a la Oscilación Madden-Julian (OMJ). La OMJ es la mayor fluctuación del clima tropical en escalas de tiempo semanales a mensuales, caracterizada por su pulso de nubes y lluvia que se mueve hacia el este cerca del ecuador. Normalmente se repite cada 30 a 60 días. Esta influencia probablemente acelerará la tendencia de enfriamiento a largo plazo de la Antártida en las próximas décadas.
Un estudio de la Universidad de Western Washington en Bellingham mostró que la mayor parte de la capa de hielo de la Antártida oriental se está enfriando, con el calentamiento limitado en la Península Antártica.
Con la ayuda de las mediciones de temperatura de la superficie y los satélites, se demostró que el calentamiento de la Antártida es falso, ya que las temperaturas de los satélites no mostraron ningún calentamiento en las últimas cuatro décadas. El océano austral alrededor de la Antártida también se ha enfriado desde 2006, y el hielo marino ha aumentado desde 2012. La estación de la plataforma de hielo Larsen también se ha estado enfriando a un ritmo de 1,8 grados Celsius por década desde 1995.
Sin embargo, el gobierno estadounidense y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, así como los llamados científicos, todavía insisten en decir que el cambio climático está aquí y que el planeta se está calentando.
Factores clave para el clima de la Antártida
El clima de la Antártida sigue siendo ventoso y seco, con velocidades del viento que varían en todo el continente. La humedad relativa del aire en el continente suele ser tan baja como 0,03 por ciento y se considera un desierto polar.
La frialdad del clima de la Antártida proviene de varios factores. Su alta latitud significa que la luz solar incide en la superficie en un ángulo bajo, por lo que la energía solar se distribuye en un área más grande que si la superficie golpeara un ángulo más alto. Al distribuirse en esta área más grande, se reduce la energía recibida por unidad. Además, al sur del círculo antártico hay un período durante el invierno austral en el que el sol no se eleva por encima del horizonte.
La Península Antártica se había estado calentando desde al menos la década de 1950, pero un cambio en los vientos dominantes provocó su enfriamiento en 1998.
John Turner del British Antarctic Survey (BAS) dijo: “Lo que estamos viendo es una variabilidad climática natural que prevalece sobre el calentamiento global”.
La Antártida apenas se ha calentado a lo largo de los años, y los mares que se calientan alrededor de sus bordes están devorando las plataformas de hielo y los glaciares, pero aún no han penetrado en los vastos interiores del continente. Además, los vientos que rodean el polo sur actúan como un escudo que mantiene alejado el aire más cálido de latitudes más altas.
Un estudio separado que utilizó las temperaturas de los satélites antárticos también mostró que no se había producido ningún calentamiento últimamente y que el océano Austral alrededor de la Antártida se ha enfriado notablemente desde 2006.
El hielo marino también aumentó sustancialmente desde 2012, y las temperaturas de la superficie en 13 estaciones sobre la Península Antártica se han enfriado notablemente desde 2006. El hielo marino ha alcanzado máximos históricos y las temperaturas se han estado enfriando a un ritmo de 1,8 grados Celsius por década desde 1995.
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