Por Oriana Rivas – Panampost.com
El Gobierno estadounidense sigue descifrando cómo evacuar a los ciudadanos norteamericanos y colaboradores que siguen atrapados en Afganistán. Incluso antes de la toma de Kabul por parte de los talibanes, el presidente Joe Biden ordenó el envío de 1000 soldados más para ayudarlos a salir. Actualmente serían alrededor de 5000 militares en tierras afganas. A esta realidad se suma un dato que venía pasando desapercibido: EE. UU. estaría cobrando 2000 dólares o más por el vuelo de repatriación.
El monto por la gestión —estipulada como un derecho humano internacional— quedó plasmado desde el pasado 14 de agosto en los sitios web de la Embajada de EE. UU. en Afganistán y del Consejo Asesor de Seguridad en el Extranjero (OSAC, en inglés). «Los vuelos de repatriación no son gratuitos y los pasajeros deberán firmar un acuerdo de préstamo con promesas y es posible que no sean elegibles para renovar sus pasaportes estadounidenses hasta que se reembolse el préstamo. El costo puede ser de 2000 dólares o más por persona», cita el texto.
Funcionarios estadounidenses salieron a desmentirlo afirmando que los vuelos son gratuitos, pero hay contradicciones. El portal Político reseñó un testimonio sobre la búsqueda de «grandes pagos» de parte del Departamento de Estado. El monto podría ser mayor si se trata de ciudadanos no estadounidenses. El organismo lo negó, según declaraciones que hizo el portavoz Ned Price a Washington Examiner. «En estas circunstancias únicas, no tenemos la intención de buscar ningún reembolso de los que huyen de Afganistán», dijo.
Posteriormente Político llevó el testimonio de su fuente a otro funcionario, quien no negó el pago. Así que el tema es difuso en medio de la llegada aviones cargados de personas que lograron huir de los talibanes. Hasta ahora, EE. UU. ha evacuado 7000 personas de Afganistán, según cifras oficiales.
Trump explicó cómo hacer una evacuación
Aún hay en Afganistán entre 10.000 y 15.000 estadounidenses, además de entre 50.000 y 65.000 afganos y sus familias a los que EE. UU. les asegura que quiere sacar del país, dicho por el propio Biden en una entrevista reciente en la cual esbozó una nueva mentira al afirmar que “no están matando a nadie ahora”. Desde Washington, 55 de los 100 senadores le enviaron una carta pidiendo evacuar rápidamente a los afganos solicitantes de visas especiales y sus familias.
Tal volumen llevó al mandatario a admitir que las tropas permanecerán más tiempo en el país asiático y no se retirarán completamente el 31 de agosto como había ordenado inicialmente. La evidente saturación de traslados y la improvisación están jugando en contra de la Casa Blanca. Sin embargo Biden niega haber cometido errores. Declaró a ABC News que no había manera de salir del país sin que se produjera «caos».
Opinión diferente tiene el expresidente Donald Trump, que mediante un comunicado replicado por el New York Post explicó a detalle cómo hubiese sido una correcta evacuación desde Afganistán: primero el gobierno debía sacar a todos los ciudadanos estadounidenses; segundo sacar los equipos de trabajo de las instalaciones. Como tercer paso, había que bombardear las bases militares de EE. UU. Último paso, se sacaba a los militares del país. «No se hace en orden inverso como lo hicieron Biden y nuestros generales woke», argumentó el expresidente republicano. “Sin caos, sin muerte, ¡ni siquiera sabrían que nos fuimos!”.
Este argumento también circula entre analistas y voceros relacionados a seguridad internacional. Los procedimientos elegidos por Biden erraron en todo sentido logístico. Algo totalmente criticado, ya que detrás tiene un equipo de asesores y expertos. Con tanta experiencia en guerras a EE. UU. nada le debería caer de sorpresa.
La crisis no ha terminado
De haber gestionado un proceso adecuado de evacuación desde Afganistán, puede que la Administración Biden hubiera evitado escenas dantescas de ciudadanos en las puertas de aviones a punto de despegar y luego cayendo al vacío. Todo producto del pánico generado por la rápida avanzada del Talibán. Pero el mandatario desestimó los hechos en su reciente entrevista. Dijo que “eso fue hace cuatro o cinco días”, olvidando que sin importar cuántos días pasaron, son tragedias que ahora se suman a la crisis afgana.
En las últimas 24 horas 13 aviones militares C-17 llegaron a Afganistán con soldados estadounidenses y equipamiento, mientras que otras 12 naves despegaron con 2000 pasajeros a bordo, indicó el subdirector de Logística del Estado Mayor de EE. UU., el general Hank Taylor.
Según el Pentágono, los talibanes no están interfiriendo en el proceso de evacuación de los estadounidenses, aunque admitió que hay informaciones de que están bloqueando el acceso de los afganos al aeropuerto que quieren salir en los vuelos de EE. UU, reseñó EFE. Los ciudadanos ya no están dentro de las instalaciones como se vio a inicios de semana. Pero no quiere decir que la crisis haya terminado, miles continúan buscando salir por las fronteras hacia países vecinos. Mientras tanto, los estadounidenses que suben a los aviones militares podrían encontrarse con una deuda y si no la pagan, estarían en riesgo de perder sus pasaportes.