Fuente: El American
Grupos de mujeres han salido a las calles de la capital afgana de Kabul a exigir que sus derechos, la mayoría de ellos conquistados en los últimos 20 años, sean respetados por los talibanes que han tomado el control de Afganistán.
En un video compartido por el corresponsal de Al Jazeera, Hameed Mohammad Shah, cuatro mujeres sostienen carteles y gritan consignas en las calles de Kabul. La cámara se desplaza para mostrar a un hombre con un rifle caminando cerca de las mujeres, así como a otros hombres armados parados en la parte trasera de una camioneta.
Otro video muestra a las mujeres caminar por una calle, vociferando su deseo de trabajar, educarse y participar en política. “Ninguna fuerza puede ignorar y sofocar a las mujeres”, reporta Shah junto al video.
Por otra parte, mujeres afganas refugiadas en Irán también tomaron las calles para exigir que los derechos de las mujeres en Afganistán sean respetados por el régimen talibán reinstaurado en Kabul.
En otra filmación hecha pública por la periodista iraní, Masih Alinejad, se observa a una mujer afgana siendo arrestada por autoridades en Irán por exigir libertad para sus compatriotas y protestar contra los talibanes. “Los talibanes arruinaron mi patria”, gritaba la mujer entre lágrimas y alaridos de desesperación.
“Estamos en contra de la mentalidad de los talibanes tanto en Irán como en Afganistán. Nosotros, las naciones de Irán y Afganistán, sufrimos a los radicales en el poder”, escribió Alinejad.
Mientras tanto, una mujer que llegó a la India tras escapar de Kabul el domingo por la noche le dijo a la prensa: “No puedo creer que el mundo haya abandonado a Afganistán. Nuestros amigos van a ser asesinados. Ellos [los talibanes] nos van a matar. Nuestras mujeres no van a tener más derechos”.
El pánico y la desesperación de las mujeres afganas
Ahora que Afganistán ha caído nuevamente en manos de los talibanes, las periodistas afganas se están preparando para recibir represalias por parte de los fundamentalistas islámicos, según reportó The Guardian.
“En las últimas 24 horas, nuestras vidas han cambiado y nos han confinado en nuestros hogares, mientras que la muerte nos amenaza en todo momento”, dijo una reportera anónima. Y además aseveró que “Vemos un silencio lleno de miedo a los talibanes que nos rodean”.
Cuando los talibanes se apoderaron de Kabul, se cubrieron varios carteles de mujeres pintados de negro. A principios de julio, cientos de mujeres en Afganistán realizaron una protesta armada y corearon consignas contra los talibanes en el norte y centro de Afganistán.
La activista y Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, quien recibió un disparo por parte de los talibanes en 2012 por defender la educación de las niñas, escribió en el New York Times que “teme por sus hermanas afganas”.
En su texto, Yousafzai recordó cómo los talibanes prohibieron a las niñas recibir educación después de invadir su ciudad natal en Pakistán en 2007, y luego trataron de asesinarla por hablar sobre su derecho de ir a la escuela cuando tenía 15 años.
“Las niñas y mujeres jóvenes afganas están una vez más donde yo he estado: desesperadas por la idea de que nunca más se les permita ver un aula o sostener un libro”, escribió Yousafzai.
La joven activista, que hoy día reside en Londres, dijo que lo que escuchó de los defensores de la educación en Afganistán durante las últimas dos semanas es preocupante.
“Una mujer que dirige escuelas para niños rurales me dijo que había perdido el contacto con sus maestros y estudiantes”, continuó.
Un miembro de la comisión cultural de los talibanes, Enamullah Samangani, apareció en la televisión estatal afgana (que ya está en manos de los insurgentes) para anunciar una “amnistía general” para funcionarios del Gobierno previo, opositores al régimen talibán y mujeres. Por su parte, el portavoz talibán Zabihulá Mujahid reiteró las intenciones del nuevo régimen, amigo de los grandes enemigos de Occidente, de “respetar los derechos de las mujeres” según mandan las reglas del Islam.
El talibán animó a las mujeres afganas a participar en su Gobierno puesto que el “Emirato Islámico no quiere que las mujeres sean víctimas” y ellas “deben estar en la estructura del Gobierno” según la Sharia.
“En el marco de la ley islámica y respetando los valores nacionales y afganos, estamos dispuestos a preparar las condiciones para el regreso de las mujeres a los estudios, al trabajo y a todas las actividades humanas”, añadió Samangani.
Pese a las promesas de moderación, las mujeres afganas desconfían de los violentos insurgentes que tomaron Afganistán tras la catastrófica retirada de tropas americanas. Temen volver a vivir las severas restricciones a sus derechos, como lapidaciones, amputaciones y ejecuciones públicas, impuestas por los talibanes en el pasado.