Por Oriana Rivas – Panampost.com
El juez que había tomado el caso sobre el asesinato de Jovenel Moise, expresidente de Haití, renunció tan solo cuatro días después de asumir la investigación. Lo que arroja mayor suspicacia e interrogantes en torno al crimen que dejó al país sin presidente y acrecentó la crisis política y social.
Mathieu Chanlatte interpuso «motivos personales» al tribunal de primera instancia de Puerto Príncipe. Sin embargo, puede que haya otra razón. Dos días antes de su renuncia fue asesinado un asistente legal haitiano llamado Ernst Lafortune. De modo que el entramado sigue complicándose en Haití, que además aplazó sus elecciones generales del 26 de septiembre al 7 de noviembre debido a actos de violencia como secuestros, guerras de bandas y ataques armados, según reseña EFE.
Las investigaciones por el magnicidio ocurrido el pasado 7 de julio parecen haber mermado desde el país caribeño. No hay muchas novedades y a juzgar por los hechos, la justicia la tiene complicada para seguir adelante. Chanlatte ya tenía experiencia instruyendo investigaciones, de hecho dirigió el caso Dermalog que casualmente involucra a la viuda de Jovenel Moise, Martine. La oposición acusa a la viuda de otorgar a una compañía internacional alemana la fabricación de las cédulas para los haitianos, proceso que no le concernía, agregó la agencia de noticias.
Otros jueces ya se habían negado a tomar el caso del magnicidio de Jovenel Moise. Sus motivos, son los mismos que esta vez dio Chanlatte. Vale destacar que el crimen tomó carácter internacional ya que 18 de los 44 detenidos hasta el momento son de nacionalidad colombiana, además tres haitianos involucrados poseen nacionalidad estadounidense.
Asesinato del asistente legal
Este punto en particular llama la atención por las circunstancias que lo rodean. La Asociación Nacional de Secretarios Legales de Haití informó del asesinato del secretario legal Ernst Lafortune. Él y el juez Mathieu Chanlatte mantuvieron una «discusión animada», según un comunicado de dicho sindicato en Haití. Horas después, personas no identificadas dejaron a Lafortune en un hospital con los brazos rotos y un corte en la garganta, dijo otro empleado legal que trabajaba con él, reseñado por The Wall Street Journal.
“Los secretarios que están a cargo de este caso, que hacen el trabajo fundamental y registran las pruebas, se quedan sin seguridad”, declaró una fuente al diario estadounidense.
El resto de personas relacionadas con el caso temen por sus vidas, seas sospechosos o que simplemente participaron en alguna parte del proceso. Por ejemplo, al menos cuatro jueces y secretarios que trabajaron en el caso del magnicidio de Moise se ocultaron supuestamente por llamadas con amenazas de muerte. Paralelamente los sospechosos colombianos pidieron no ser trasladados por temor a que los maten en el camino, según un funcionario colombiano que entrevistó a los exsoldados.
“Yo dije que sería difícil para el juez Chanlatte: sigue teniendo el mismo coche, no tiene otros agentes de seguridad adscritos a su servicio”, declaró Jean Wilner Morin, juez y presidente de la Asociación Nacional de Magistrados de Haití.
Había otro ataque planificado
Fuera de Haití hay investigaciones en curso ejecutadas por organismos internacionales. Una de ellas apunta a que la captura del presidente Moise estaba planificada para el 20 de junio en el aeropuerto de Puerto Príncipe, de acuerdo con información revelada por El Tiempo. Sin embargo, cambios de último momento llevaron a aplazarlo hasta el 7 de julio. Se desconocen los motivos.
Además de eso, trascendió que las empresas CTU Security y Worldwide Capital, con sede en EE. UU. habrían invertido más de 800.000 dólares en el operativo contra el presidente. Pretendían «recuperarlo» el día del asesinato ya que el mandatario tendría en su casa unos 45 millones de dólares.
Dicho monto de inversión fue identificado por la Interpol tras intercambiar más de 700 mensajes con entidades nacionales y agencias policiales de Haití, Panamá, Ecuador, República Dominicana y Estados Unidos, añadió el diario.
Un dato no menor. Una exjueza de la Corte Suprema llamada Windelle Coq-Thelot está fugitiva por supuestamente haber firmado una carta solicitando a CTU Security apoyo para una orden de arresto contra Moise. Alrededor del caso también sigue girando el nombre del médico Emmanuel Sanon, quien desde hace 10 años tenía aspiraciones presidenciales y por los momentos permanece detenido como presunto autor intelectual. Pero hay muchos más nombre involucrados. Sin embargo, el crimen sigue siendo un misterio.