Fuente: Primer Informe
En las decisiones internas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tienen incidencia los grupos narcoterroristas colombianos. Especialmente, en el estado Apure, fronterizo con Colombia. Allí, el aval de las FARC es clave para decidir quién puede postularse a cargos de elección popular.
Si hace tres meses, 16 militares venezolanos caían combatiendo a una facción de las FARC, hoy ese grupo hace sentir su poder. Algo que mantiene gracias a su control sobre actividades ilícitas. Entre ellas, contrabando de combustible, ganado, alimentos y medicamentos. También, desde luego, el narcotráfico.
Los dirigentes del PSUV en Apure, Ramón Carrizalez (actual gobernador de ese estado) y Pedro Danilo Leal tienen amplia relación con las FARC desde hace años, reporta el portal Infobae, citando a un dirigente del PSUV que se mantiene anónimo.
Ahora, con las FARC divididas, cada facción del grupo narcoguerrillero apoya a un candidato en particular.
«El problema es cuando surge la división en esa organización. Fíjese en La Macanilla había un gran campamento, que a raíz de la división interna de las FARC y lo ocurrido hace poco en La Victoria, ha terminado dispersándose”, dice el dirigente del partido de Maduro citado por la periodista Sebastiana Barráez.
A juicio del dirigente el problema de las FARC incide dentro del partido chavista y marca el camino de alianzas y enfrentamientos internos en la agrupación. «Es un problema muy complejo que nos pega en el peor momento”, dice la fuente del PSUV
Viejas alianzas
Las organizaciones guerrilleras financian y se relacionan con dirigentes políticos y militares en Apure. Quienes revelan o cuestionan esa relación son condenados al ostracismo político.
Durante años, hablar de las FARC en Apure estaba casi prohibido. Y más todavía su financiamiento de candidaturas, compra de propiedades e inversiones. Ahora, la división entre las FARC de Gentil Duarte y las de Iván Márquez acentúa los enfrentamientos enre los políticos y militares que siguen a cada uno de esos dos frentes.
Para complicar más el panorama, otros grupos irregulares también se hacen sentir en Apure. Entre ellos, el ELN y la guerrilla venezolana Fuerzas Bolivarianas de Liberación. Las dos organizaciones se disputan el territorio del estado Apure.
Las turbias relaciones de los políticos en esa zona limítrofe venezolana con grupos dedicados al crimen organizado trasnacional se mantiene como un secreto a voces. Sin embargo, las denuncias en medios de comunicación son casi inexistentes.
«…en Apure han desaparecido casi todos los medios de comunicación y han detenido periodistas, porque el silencio es importante», escribe la periodista Barráez.
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