Fuente: La Gaceta de la Iberoesfera
El Ministerio de Educación de Grecia está considerando que los profesores que se nieguen a recibir la vacuna contra el coronavirus puedan enfrentarse a recortes en sus salarios o incluso a suspensión de empleo.
Según un informe del periódico griego I Kathimerini, el ministerio quiere implementar medidas contra los profesores, tanto de los colegios como de las universidades, que se nieguen a vacunarse a principios de septiembre, en el inicio del nuevo curso académico.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha afirmado que aunque las vacunas no son obligatorias, sí que deberán presentar una prueba negativa de forma regular para poder impartir las clases.
Asimismo, este mismo periódico ha informado de que el Ministerio se está planteando exigir también a los alumnos un comprobante de vacunación o una prueba semanal negativa para poder asistir a las clases presenciales.
Por su parte, el ministro del Interior griego, Makis Voridis, ya advirtió el mes pasado que los funcionarios públicos serían sancionados si se niegan a vacunar: «Bajo la ley actual, existe una obligación legal y, en algunas profesiones, los empleadores y empleados deben cumplir con ciertos requisitos de salud. El empleador tiene una responsabilidad”, señaló. «Cuando la vacunación se vuelve obligatoria, quienes no cumplen con la obligación entran en un proceso en el que han violado las obligaciones legales«, añadió.
El país también ha probado incentivos para aumentar las cifras de vacunación ofreciendo 150 euros a las personas que tengan entre 18 y 25 años y se vacunen.