Por Álvaro Colombres Garmendia – BLes.com
El 20 de julio de 2021, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán anunció que abrirá una oficina de representación en la capital de Lituania que será la primera ‘embajada’ en Europa que lleve el nombre de la isla, desafiando la política de ‘una China’ del PCCh.
Según Taiwan News, el ministro de Asuntos Exteriores, Joseph Wu, dijo que el nombre de la nueva oficina será ‘Oficina de Representación de Taiwán en Lituania’ y será la primera oficina de este tipo en Europa que tendrá “Taiwán” en el nombre.
Comúnmente para evitar fricciones diplomáticas con el régimen comunista chino, las autoridades del gobierno taiwanés siempre han utilizado formas indirectas para nombrar sus oficinas de representación en países que mantienen relaciones con China.
Según el medio propagandístico de Beijing, Global Times, el nombre de ‘oficina de representación de Taiwán’ muestra la ‘intención maliciosa’ de Lituania que afecta a la base de los vínculos con China, y que ‘viola’ el principio de ‘una sola China’ con el que el PCCh reclama soberanía sobre Taiwán.
En su editorial el Global Times, el PCCh amenazó a Lituania.
“… si Lituania sigue por el camino equivocado, puede llevar a la ruptura de los lazos diplomáticos entre los dos países, ya que el principio de una sola China es la base de China y el fundamento político de todos los países para tener lazos diplomáticos con China”.
Pero según Breitbart, Dovilė Šakalienė, miembro del Partido Socialdemócrata en el Parlamento lituano, las amenazas del PCCh no van a lograr nada.
“No debemos dejarnos intimidar por China… no debemos tener miedo de desarrollar relaciones con otro país porque alguien nos amenace”, dijo la parlamentaria.
“Hemos sido amigos de Taiwán durante muchos años, a nivel parlamentario y gubernamental, y creo que para todo el mundo, o al menos para el mundo libre, Hong Kong fue una lección horrible y creo que también fue una revelación para Taiwán”, aseguró, refiriéndose a cómo el PCCh violó el acuerdo con el gobierno británico y se devoró las pocas libertades civiles de los hongkoneses cuando aprobó el año pasado la ley de seguridad nacional con la que, básicamente controla la isla.
Lituania como ex miembro de la Unión Soviética, conoce por experiencia propia lo que significa vivir bajo un régimen comunista y por ello entiende la rebeldía y la intención de ser una nación independiente de Taiwán.
“Vieron lo que significa unificarse con China, significa la muerte por estrangulamiento”, declaró Šakalienė. “No hace tanto tiempo que luchábamos por nuestra democracia, por nuestro derecho a mantener nuestra lengua y nuestra cultura. Fuimos engullidos por la Unión Soviética durante medio siglo. Así que hay muchas razones para apoyar a Taiwán: políticas, económicas, sentimentales y geopolíticas”.
La parlamentaria es hija de exiliados políticos que fueron perseguidos por el régimen comunista ruso y su comprensión del comunismo es claro y de allí nace su determinación de apoyar a Taiwán.
A principios de este año, Šakalienė presentó una resolución en el parlamento lituano para condenar el genocidio contra los uigures en la provincia de Xinjiang. Como consecuencia, el PCCh la sancionó, lo cual afectó la carrera diplomática de su esposo, que ahora no puede viajar a China, Hong Kong o Macao, explicó ella.
Šakalienė dijo que los campos de concentración donde el régimen chino somete a los uigures, y otros prisioneros de conciencia, son una copia de los gulags del régimen soviético, y que eso la motivó a presentar la resolución.
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Otra ventaja de Lituania para desafiar al PCCh es que es el país europeo con la menor tasa de dependencia de China de todo el mundo.
Habiendo estado en África, la parlamentaria vio el impacto del proyecto de dominación global del PCCh, ‘un camino, un cinturón’ con el que el gobierno chino otorga ‘préstamos’ a países en desarrollo a cambio de construir infraestructura, pero finalmente cuando la deuda no puede ser pagada porque son economías débiles, el PCCh se apodera de tierras, aguas y recursos naturales de esos países.
Rechazando la idea de que Lituania pueda dejarse influir por los incentivos económicos de China, Šakalienė dijo:
“Entiendo que hay algunos problemas con la gente que sale de la cárcel, pero en general, una actitud sana hacia la cárcel es que no quieres volver, así que no, no tenemos nostalgia del comunismo”.