Por lo general, los jóvenes siempre tienden a ser arrogantes y a pensar que aprenden todo rápidamente, sin que las cosas cuesten mucho y sin requerir demasiado esfuerzo. Sin embargo, las personas mayores tienen una experiencia y sabiduría, que solo los jóvenes pueden alcanzar con práctica y diligencia. Esta historia es un ejemplo de ello.

Un antiguo calígrafo de la dinastía Jin siempre respetó sus mayores en la juventud. Como se mostraba humilde ante ellos pudo aprender mucho de los conocimientos y habilidades de los mayores.

Su nombre era Wang Xizhi, y se lo conoce como el mejor calígrafo de la historia China. Vivió durante la dinastía Jin (303-361 dC) y tuvo siete hijos, entre los cuales su hijo más joven, Wang Xianzhi, (344-386) también fue un distinguido calígrafo.

Para cuando Xianzhi tenía 15 años, ya había alcanzado un gran nivel de destreza en caligrafía y con frecuencia recibía elogios de su padre y otros ancianos. Por lo tanto, el joven se volvió arrogante y perezoso, pensando que su habilidad ya era excelente y que ya no necesitaba esforzarse para trabajar duro y mejorarse a sí mismo.

Hay un relato antiguo sobre cómo Wang Xizhi ayudó a su hijo a darse cuenta de la estupidez de su arrogancia y a comprender la importancia de la diligencia.

Un día, Wang Xizhi fue convocado a la capital y -para despedirse de él- su familia celebró una lujosa cena. En el banquete se servía buena comida y vino. Mientras estaba ligeramente intoxicado, Wang Xizhi tuvo una inspiración repentina para escribir algunas palabras de sabiduría como guía para su hijo calígrafo.

Así que escribió un poema en la pared titulado “Preceptos contra la arrogancia”  y le aconsejó a Xianzhi que no fuera arrogante sino que trabajara duro.

Xianzhi, sin embargo, no estaba del todo convencido. Copió el poema docenas de veces cada día, y justo antes de que su padre regresara a casa, borró las palabras de su padre cuando nadie lo estaba mirando y lo reescribió en el mismo lugar en la pared, imitando su caligrafía.

El joven estaba muy orgulloso de sí mismo. En su arrogancia, pensó que su caligrafía era tan buena como la de su padre y que nadie sería capaz de notar la diferencia.

Cuando Wang Xizhi llegó a casa, miró fijamente el poema en la pared durante mucho tiempo, luego se rascó la cabeza y suspiró: “¿Podría haber bebido demasiado vino esa noche para haber escrito tan torpemente?”, exclamó.

Su hijo se sonrojó al instante, sintiéndose profundamente incómodo y avergonzado. Xianzhi finalmente se dio cuenta de que solo a través del estudio diligente y el trabajo arduo podría convertirse eventualmente en un renombrado calígrafo.

Modestia y humildad

Además de requerir el uso de saludos adecuados cuando se habla con ancianos, un aspecto importante de la etiqueta tradicional china es la modestia.

Di Zi Gui (Normas para ser un buen alumno y niño) es un libro que fue escrito en la dinastía Qing durante el reinado del emperador Kangxi (1661-1722) por Li Yuxiu.

El libro se basa en la antigua enseñanza del filósofo chino Confucio, que hace hincapié en los requisitos básicos para ser una buena persona y las directrices para vivir en armonía con los demás.

Al igual que el San Zi Jing (otro texto clásico chino para niños), está escrito en versos de tres caracteres.

Uno de los poemas trata sobre el respeto a los mayores y dice: 

Sé humilde ante tus mayores
Cuando te dirijas a un anciano distinguido,
no uses su nombre personal.
Cuando estés ante un anciano distinguido,
no muestres tus talentos.

Con información de Minghui.org

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