Por Luis Leonel León – gaceta.es
El régimen de La Habana, que bien conoce el poder de la comunicación, arremete contra quienes insisten en poner al descubierto las arbitrariedades de un sistema ineficiente y totalitario, cuya permanencia se basa en el terror, el adoctrinamiento, la desinformación, el chantaje y otros artefactos opresivos aplicados sistemáticamente durante décadas.
El acoso de la policía política cubana contra el periodismo independiente resulta una constante. Las agresiones contra Yoe Suárez, Lázaro Yuri Valle Roca, Esteban Rodríguez, Mary Karla Ares, Iliana Hernández y otros comunicadores de diferentes medios y perspectivas ideológicas, evidencia la reciente ola represiva cuyo propósito es amedrentar el afán de motivar a la sociedad a defender su derecho a la libre expresión.
Hace dos semanas, en La Gaceta de la Iberosfera, tratamos el caso de Yoe Suárez, a quien la Seguridad del Estado se llevó esposado, frente a su esposa e hijo, como castigo por su trabajo periodístico, reflejo crítico de la realidad de su país. Suárez y su familia han sido victimas de amenazas, multas y maltratos, incluso los agentes castristas lo han invitado a trabajar como «chivato» (delator) en contra de otros miembros del gremio. A lo cual el joven, fiel a su formación cristiana, se negó rotundamente, según declaró públicamente.
El 17 de junio, antes de negarse a ser detenido sin un documento oficial, Suárez advirtió en su perfil de Facebook que el reportero Lázaro Yuri Valle Roca había sido apresado 3 días antes en una operación similar.
Suárez temía que si aceptaba irse con los represores, sin antes denunciar el intento de secuestro, podría correr la misma suerte que su colega. No se equivocó. Dos horas después regresaron con una orden. Pero el periodista ya lo había denunciado públicamente y ese mismo día, aunque con una multa y bajo fuertes amenazas, fue puesto en libertad.
Valle Roca, nieto del dirigente comunista cubano Blas Roca Calderío (1908-1987), permanece desde entonces incomunicado en el centro de operaciones de la Seguridad del Estado, conocido como Villa Marista.
Su pareja, Eralides Frómeta, denunció que fue golpeada por los represores durante el arresto y aseguró que el pretexto fue haber publicado en las redes sociales un acto de protesta espontáneo ocurrido en La Habana.
El 13 de junio Valle Roca caminaba por la calle Galiano cuando vio que desde una azotea caían octavillas referentes a la necesidad de democratizar Cuba. El periodista grabó el hecho y lo publicó en YouTube con el título: «Se calentó la Habana lanzan octavillas conmemorando natalicio de Antonio Maceo«.
«Al día siguiente fue visitado por agentes del régimen y citado a la estación policial de Zapata y C, para que respondiera a preguntas para cerrar una causa abierta en el 2020 en su contra por desacato. Tras presentarse a la unidad, se percató de que no había una causa abierta, y que todo fue un pretexto para detenerlo y llevarlo a Villa Marista», explicó a Radio Televisión Martí.
Frometa señaló que el director de la plataforma digital Delibera.org podría ser «víctima del Decreto-Ley 370 del régimen cubano, que establece un amplio control por parte del gobierno sobre Internet y las redes sociales, y sobre qué se publica. Según la normativa, cometer algún ilícito al respecto puede tener como sanción una multa y el decomiso de equipos electrónicos como celulares o laptops«.
«Yuri está siendo torturado» en Villa Marista, porque un «represor dijo que cuando Lázaro llegara a Villa Marista obligado y por la fuerza iba a tener que desbloquear su teléfono celular», dijo Frómeta al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).
«Por eso es por lo que yo estoy denunciando, voy a continuar denunciando que a él me lo están torturando, me lo están matando en Villa Marista porque si a mí me lo hicieron esposada, cuatro mujeres contra el piso, estoy segura de que, a él, que también lo golpean constantemente esposado, se lo tienen que estar haciendo», advirtió.
En entrevista con la periodista Ivette Pacheco, Frómeta expuso que «hay un total silencio donde mi preocupación va en aumento porque él lleva quince días plantado en huelga de hambre. No se le ha permitido hacer una llamada. Mientras él no hable conmigo, yo no puedo estar tranquila».
«Afortunadamente ayer logré contratar el abogado que asumirá su defensa. Sólo me queda esperar que el abogado me cite para por lo menos saber cómo está su estado físico y saber las cosas que necesitamos saber. Porque por lo demás, se mantiene igual. Ya son 15 días. No tengo fe de vida de Lázaro Yuri. El día que se lo llevaron, él me dijo que entraría plantado en huelga de hambre porque no iba a aceptar ninguna manipulación, ni ningún delito falso de lo que le imputa la dictadura Castro-Canel».
Marco Rubio, senador por la Florida, manifestó sentirse preocupado por las denuncias de torturas que posiblemente esté sufriendo el periodista: «Preocupan reportes de las supuestas torturas por parte del régimen cubano contra el periodista independiente Lázaro Valle Roca en Villa Marista», escribió en Twitter.
«La dictadura es directamente responsable de la integridad y estado físico de este hombre, cuyo único crimen es contar la verdad», denunció el legislador cubanomericano.
Organizaciones opositoras de dentro de la isla como Estado de Satshan denunciado el secuestro de Valle Roca. Fuera de Cuba han exigido su inmediata liberación el Comité para la Protección de los Periodista (CPJ, por sus siglas en inglés), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Voces del Sur.
Valle Roca, según el artículo 144.2 del Código Penal castrista, puede cumplir hasta 3 años de privación de libertad por el supuesto delito de «desacato».
Otro reportero independiente víctima de la impunidad del régimen y de su avalancha contra la libertad de expresión es Esteban Rodríguez, quien permanece injustamente encarcelado desde el pasado 30 de abril cuando formó parte de la manifestación pacífica de la calle Obispo de la Habana Vieja, cuando un grupo de comunicadores independientes y activistas cívicos exigieron poder entrar al domicilio del artista disidente Luis Manuel Otero Alcántara, en ese momento en huelga de hambre, luego retenido varias semanas en un hospital de la capital cubana y hace poco también excarcelado.
La periodista del medio digital CiberCuba, Iliana Hernández, desde hace más de dos meses permanece secuestrada en su propio domicilio, sin servicio de datos móviles, imposibilitada de acceso a Internet y comunicaciones con el exterior, lo cual es un obstáculo para realizar su trabajo.
La joven reportera Mary Karla Ares, que estuvo casi un mes prisionera por divulgar los abusos del castrismo, está presa en su casa en espera de un juicio por razones políticas.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha documentado más de 900 acciones represivas solamente en el mes de mayo, lo cual evidencia una «represión más amplia y personalizada» contra la sociedad civil con el objetivo de «silenciar a toda la disidencia» y acallar a la prensa independiente que le da voz a estas denuncias.