Por Oriana Rivas – Panampost
Finalmente se llevó a cabo la esperada reunión entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin y su homólogo estadounidense, Joe Biden. En resumen, la relación entre ambos parece haber quedado igual de tensa, más allá de algunos acuerdos establecidos.
Los dardos fueron y vinieron aunque ambos quisieron mostrarse optimistas ante los medios. Luego de las cuatro horas de conversación en Ginebra, cada mandatario ofreció declaraciones por separado porque no hubo rueda de prensa conjunta, como normalmente suele ocurrir.
“Era importante reunirnos en persona, por lo que no podía haber ningún error o tergiversación sobre lo que quería comunicar. Hice lo que vine a hacer”, dijo Biden ante los medios. A su juicio el tono de la conversación fue «positivo», pero en contraste dijo haberle transmitido a su homólogo ruso que si el opositor Alexéi Navalni llegara a morir en la cárcel, «las consecuencias serán devastadoras».
Nicaragua se burla de la OEA y sigue con ola de arrestos a opositores
Agregó que los próximos meses serán de prueba para ver que tan útil resultó la conversación en Ginebra. No sin antes mencionar que según lo que conversó con Putin, ninguno de los dos países quiere repetir una Guerra Fría. «Esperemos que nos queramos el uno al otro, pero está claro que no es en interés de nadie» que haya una Guerra Fría entre EE. UU. y Rusia, expresó el mandatario estadounidense.
Lo cierto es que Putin mostró una posición igual de distante. Al momento de hablar a los medios, el mandatario ruso aseguró que “no hubo ninguna hostilidad». Pero afirmó que aún se mantienen las diferencias. “No significa que tenemos que jurar amistad eterna, vamos defendiendo los intereses de nuestros países”, agregó.
Para nadie es un secreto que la relación entre Biden y Putin recrudeció desde enero, cuando el primero lo llamó «asesino». Ahora, con esta reunión, parece que fue poco lo que coincidieron. El siguiente listado da cuenta de ello.
El tema con Alexéi Navalni
“Le dejé en claro que las consecuencias serían devastadoras para Rusia si Navalny muere en prisión”, esa fue la frase de Biden durante su rueda de prensa. El mandatario demócrata buscó defender los derechos humanos del líder opositor ruso, quien presuntamente fue envenado el año pasado por el régimen.
«¿Cómo puedo ser el presidente de Estados Unidos y no hablar sobre las violaciones de los derechos humanos, incluso en países como Rusia? Por eso vamos a seguir expresando nuestra preocupación sobre casos como el de Alexei Navalny”, añadió.
Horas antes, Putin había hablado del tema cuando fue consultado por NBC News. “Lo presenta como intolerancia hacia la disidencia en Rusia. Lo vemos de manera completamente diferente”.
“¿Sabe [Biden] que 450 personas fueron arrestadas luego de ingresar al Congreso?… Vinieron allí con demandas políticas», dijo en relación al ataque al Capitolio del pasado 6 de enero. Respecto al envenenamiento de Navalni, agregó lo siguiente: «No tenemos este tipo de hábito de asesinar a nadie».
Y para terminar de refutar las palabras de Biden añadió una sarcástica pregunta. «¿Ordenó [Biden] el asesinato de la mujer que entró al Congreso y que fue asesinada a tiros por un policía?», expresó Putin, en referencia a Ashli Babbitt.
No hubo invitaciones a Washington ni Moscú
El hermético encuentro quedó en Ginebra. No hay expectativas de próximas reuniones ya que ninguno extendió invitaciones a sus respectivos países.
«Los temas era conocidos por todos: la estabilidad estratégica, la ciberseguridad, los conflictos regionales, las relaciones comerciales. También hablamos sobre la cooperación en el Ártico», indicó Putin en su rueda de prensa individual.
Por su parte, Biden dijo que no hubo «amenazas» y que hablaron de «cosas básicas, fundamentales básicas». «Creo que hay unas perspectivas genuinas de mejorar de forma significativa las relaciones entre ambos países sin que ninguno renuncie a ni una sola cosa basada en sus principios y valores».
Las diferencias por Ucrania
Es quizás uno de los temas que genera más incomodidades entre EE. UU. y Rusia. Biden ha manifestado su «apoyo inquebrantable» hacia Ucrania ante el despliegue de tropas rusas en la frontera y la ocupación de Crimea.
Tras en el encuentro, el demócrata dijo que acordaron recurrir a la diplomacia para resolver las diferencias sobre Ucrania, en base al acuerdo de Minsk. Sin embargo, así como lo hizo con el tema de Navalni, también lanzó a una advertencia.
«Le comuniqué el compromiso inquebrantable de EE. UU. con la soberanía e integridad territorial de Ucrania», dijo ante los periodistas. De hecho, Biden defiende la incorporación de Ucrania en la OTAN. Si la organización internacional decide aceptarla, esto se convertiría en un problema para Rusia ya que ambos países han mantenido conflictos armados y se pelean el territorio de Crimea. Sumarse a la Alianza Atlántica daría seguridad a ese país.
Putin difirió sobre la integración a la OTAN. «No creo que haya nada que discutir al respecto», dijo a la prensa.
La agenda que deberán cumplir
La agenda de Biden y Putin contiene a partir de ahora varios compromisos. Los próximos meses en efecto «serán de prueba», tal como dijo el presidente estadounidense.
Ambos iniciarán consultas sobre ciberseguridad luego que EE. UU. señalara a Rusia de supuestos ataques. Putin afirmó que Rusia también sufre ciberataques y puso como ejemplo un ataque contra el sistema sanitario de una de las entidades federadas rusas, indicó EFE.
«Desde luego, vemos desde dónde proceden los ataques, vemos que este trabajo se coordina desde el ciberespacio de Estados Unidos».
Otro compromiso será el canje de presos. El Servicio Federal Penitenciario de Rusia informó que actualmente hay 17 presos estadounidenses. Entre ellos están Paul Whelan, exinfante de marina con 16 años de condena por espionaje. Trevor Reed, recibió una sentencia de nueve años por resistirse a arresto.
En EE. UU. también hay ciudadanos rusos presos. Como Viktor But, hallado culpable de asesinato a estadounidenses y por vender armas a las FARC.
Los embajadores también volverán a sus funciones luego que fueran retirados en medio de la escalada de las tensiones.
En conclusión, el tiempo dirá si esta reunión entre Biden y Putin realmente fue útil. Los dos países, potencias mundiales, lideran cada hemisferio y el trato que tengan sus mandatarios define la paz en el resto del mundo. Más allá del trato supuestamente cordial, queda la duda de si hubo o no entendimiento.