Fuente: La Tribuna del País Vasco

Según una investigación de Bloomberg Businessweek recogida por el británico Daily Mail, la compañía Airbnb, dedicada al alquiler a corto plazo de inmuebles en todo el mundo, tiene un equipo secreto para mantener ocultos y fuera del radar de la prensa algunos de los graves incidentes que suelen ocurrir en sus inmuebles. De hecho, la compañía, que hace unos meses fue causa de una fuerte polémica por su comportamiento totalitario al negarse a alquilar inmuebles a varios partidarios de Donald Trump,
ha gastado aproximadamente 50 millones de dólares cada año en pagos sin límite tanto a anfitriones como a huéspedes.

El equipo de intervención, conocido como la “Caja Negra” dentro de la empresa, está compuesto por alrededor de 100 agentes en ciudades como Dublín, Montreal y Singapur, varios de los cuales tienen experiencia en el Ejército o los servicios de emergencia. Según Bloomberg, los miembros de este equipo tienen el poder de gastar cualquier cantidad económica para hacer frente a las peores crisis en sus alquileres, incluidas agresiones sexuales, tiroteos y asesinatos.

La revelación de la existencia de este equipo, y su poder para mantener los peores incidentes fuera del conocimiento de los medios de comunicación, plantea preguntas importantes sobre la auténtica escala de los incidentes que ocurren en los inmuebles gestionados por Airbnb y sobre la capacidad de esta firma para mantener la seguridad, tanto de los visitantes como de los propietarios.

Según testimonios citados por Bloomberg, la “Caja Negra” ha tenido que encargarse de casos que implicaban hacer arreglos para que los contratistas cubrieran agujeros de bala en las paredes de las propiedades. En otras ocasiones, han tenido que contratar a equipos especializados en la limpieza de fluidos corporales para limpiar sangre de los pisos e, incluso, en casos extremos, tuvieron que lidiar con anfitriones que descubrieron restos humanos desmembrados dentro de sus hogares. La “Caja Negra” también ha tenido que brindar apoyo a huéspedes que habían sido agredidos y
que habían recurrido a esconderse en armarios o huir de cabañas apartadas para escapar de sus acosadores.

Para esta unidad de intervención, la firma presidida por Brian Chesky se rodeó de expertos en crisis políticas de alto perfil para trabajar en el equipo, incluido Nick Shapiro, ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional de Barack Obama y subjefe de gabinete de la Agencia Central de Inteligencia, quien fue contratado como gerente de crisis.

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