Por Oriana Rivas – Panampost.com
Fueron menos de 30 segundos, pero el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez la hizo ver como una gran reunión diplomática. El fugaz encuentro con Joe Biden está mereciendo numerosas críticas para Sánchez y su equipo, por haberse producido de una manera que lo hizo parecer más bien guiado por la torpeza.
Todos los mandatarios se habían tomado la foto grupal de la OTAN y se dirigían hacia la sala donde se iba a celebrar la cumbre. Fue allí donde se vio la incómoda coincidencia. Sánchez pronuncia algunas palabras a Biden hasta que de pronto, se distancia. Sin mencionar que el presidente estadounidense seguía caminando como si no supiera de quién se trataba.
«Esto es el ejemplo de una mala gestión diplomática», aseguró un funcionario estadounidense a Voz Populi. Y es que el Gobierno español ya había adelantando en días previos que ambos tendrían por primera vez una conversación gestionada por Iván Redondo, jefe del Gabinete de la Presidencia de Sánchez. Lo que no se esperaba era que fuera tan efímera. No está de más mencionar que Sánchez y Biden no habían mantenido ningún tipo de contacto desde que el demócrata ganó la Presidencia.
Probablemente la parte española «haya presionado mucho cuando los americanos no querían», añadió el otro funcionario que declaró al medio español.
Para Sánchez, el encuentro duró horas
El presidente del Gobierno español dijo que hablaron sobre varios temas: «Reforzar» la colaboración militar y actualizar el acuerdo bilateral en materia de defensa, la situación en Latinoamérica y el reciente viaje de Sánchez a Argentina y Costa Rica. El mandatario español también le habría mostrado su «preocupación» por la situación migratoria y económica en la región como consecuencia de la pandemia.
Fueron variados temas para los 30 segundos aproximados que duró la conversación. Sánchez, trató de excusar el episodio asegurando que «no tiene un cronómetro» cuanto se ha reunido. Pero no fue todo, también habría felicitado a Biden «por la agenda progresista y su vuelta a los grandes consensos multilaterales sobre todo del cambio climático y del Acuerdo de París».
Dicho encuentro tampoco estaba en las agendas de ninguno de los gobernantes. La ausencia, según el Palacio de la Moncloa, se debía a que este se iba a producir «en el contexto de la cumbre». Por lo que no estuvo fijado en ningún momento. Otras fotos del evento muestran a Sánchez hablándole a Biden, junto al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Pero el hecho también tiene otra lectura. «Si no estás en su agenda de una cumbre, es que no cuentan contigo para las cosas importantes», señaló una embajadora europea.
La excusa desde la Moncloa
«Hemos quedado en continuar colaborando», concluyó Sánchez. Él ofrecía su percepción de la charla durante una rueda de prensa con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Sin embargo, su aclaración tal parece que solo sirvió para avivar las críticas.
Posteriormente, la Casa Blanca informó que Biden tuvo «una conversación por separado» con el jefe del Ejecutivo español, indicó un reporte de EFE, aunque no hay mayores detalles de ese segundo encuentro, ni fotos que lo demuestren. Desde la Moncloa trataron de salir al paso, explicando que las expectativas se cumplieron, ya que la idea fue «saludarse, conocerse y dar una imagen de sintonía».
Medios españoles han señalado cómo este breve encuentro llega para destronar lo que ocurrió con José Luis Rodríguez Zapatero y Barack Obama en la cumbre de 2009. Ambos se saludaron en un pasillo, y la diplomacia española para sumar algo de formalidad, colocó atrás unas banderas de ambos países.