Traducido de Breitbart.com por TierraPura.org
BEIJING (AFP) – El protagonista de “Fast & Furious 9”, John Cena, dio este martes un giro de 180 grados y pidió disculpas a los supuestos fans chinos ofendidos por haber llamado “país” a Taiwán, lo que provocó la indignación del mayor mercado cinematográfico del mundo.
Beijing considera que la democrática Taiwán, autogobernada, es parte de su territorio que algún día será tomado por la fuerza si es necesario, y se enfurece ante cualquier intento diplomático de reconocer a la isla como una nación independiente.
Pero la estrella de la lucha libre estadounidense convertida en actor, Cena, abandonó su carril diplomático durante un viaje a Taiwán a principios de mayo para promocionar la franquicia de películas de acción sobre coches rápidos, haciendo el comentario de “país” durante una reunión de fans.
El martes, mientras el PCCh ponía a su ejército de troll para causar indignación en las redes sociales chinas, el actor publicó una disculpa en la plataforma Weibo en un mandarín de nivel conversacional.
“Hice muchas, muchas entrevistas para Fast & Furious 9, y cometí un error durante una entrevista”, dijo Cena en el vídeo, sin repetir el polémico término.
“Debo decir, que es muy muy importante, que amo y respeto a China y al pueblo chino. Estoy muy, muy arrepentido de mi error. Pido disculpas”.
El vídeo fue reproducido 2,4 millones de veces en el sitio de redes sociales, que está estrictamente controlado, mientras que los medios de comunicación chinos aprovecharon la disculpa.
Fast & Furious 9 arrasó en la taquilla durante su estreno el 21 de mayo en China, recaudando 148 millones de dólares, según el periódico nacionalista Global Times.
Pero los usuarios de las redes sociales sólo se mostraron parcialmente apaciguados.
“Por favor, digan ‘Taiwán es parte de China’ en chino, o no lo aceptaremos”, decía un usuario de Weibo, mientras que otro lamentaba el aparente desconocimiento del estadounidense de que “Taiwán es parte integral de China”.
En los últimos años, el vasto mercado de consumo chino se ha convertido en un arma contra los críticos de Beijing.
Entidades como la NBA y los gigantes de la moda mundial se han enfrentado a boicots y a una paliza en las redes sociales por hablar de abusos de los derechos o de cuestiones políticas que China considera prohibidas.
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