Traducido de Breitbart.com por Tierrapura.org
Esta semana han aparecido en Argentina mensajes antisemitas y pintadas amenazando de muerte a los judíos, aparentemente motivados por el creciente conflicto entre Israel y la organización terrorista islámica Hamás, que ocupa la Franja de Gaza.
El diario argentino Clarín identificó múltiples casos de imágenes y mensajes antisemitas aparecidos en los últimos días en todo el país, que incluyen esvásticas, estrellas de David acompañadas de insultos y amenazas de muerte.
En Bahía Blanca, ciudad portuaria cercana a Buenos Aires, las frases “Los vamos a matar” y “Ratas Judías” aparecieron en la entrada del edificio de la Asociación Israelita, que también funciona como escuela. Debajo de la línea “Ratas Judías” había una estrella de David, un antiguo símbolo del judaísmo que ocupa un lugar destacado en la moderna bandera israelí.
En Villa Crespo, un barrio judío de Buenos Aires, aparecieron grafitis con la frase “Israel Intruso” en las paredes exteriores de un café.
La esvástica un símbolo de origen hindú y mal asociado al nazismo, aparecio en el Dorado, Misiones, pintada en la acera. En la ciudad de San Juan se descubrieron más pintadas, esta vez de la frase “Haga patria, mate a un Judío”.
Clarín transmitió la preocupación de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) por el hecho de que el apoyo a los ataques con cohetes de Hamás contra Israel provocara la propagación del sentimiento antisemita en todo el mundo, y señaló que el gobierno del presidente socialista argentino Alberto Fernández había suscitado tensiones con el propio Israel por su posición en el actual conflicto con Hamás.
El antisemitismo tiene una larga historia en Argentina y ya se ha vuelto violento. En 1994, un atentado terrorista contra la Asociación Mutual Argentina-Israelí (AMIA) en Buenos Aires mató a 85 personas, convirtiéndose en el ataque terrorista más mortífero del hemisferio occidental antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Las pruebas han revelado que el atentado fue en gran medida obra de funcionarios del régimen iraní, algunos de ellos de alto rango. Irán niega su participación en el atentado.
Las investigaciones sobre el atentado han continuado en las décadas siguientes. El gobierno de la ex presidenta argentina de extrema izquierda Cristina Fernández de Kirchner -que actualmente es vicepresidenta- cerró un acuerdo con Irán para investigar el atentado que permitía a los funcionarios iraníes identificados como sospechosos supervisar la investigación.
El sucesor de Fernández de Kirchner, Mauricio Macri, anuló el acuerdo y reanudó la investigación. Sin embargo, en 2015, antes de que se produjeran detenciones, el fiscal del caso, Alberto Nisman, fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza dentro de su casa. Anteriormente había emitido la aprobación de Interpol para varias “alertas rojas” relacionadas con funcionarios iraníes y se disponía a declarar al día siguiente de su muerte ante el Congreso argentino que Fernández de Kirchner y su gobierno hicieron un trato con Irán para eliminar las “alertas rojas” a cambio de precios competitivos del petróleo. Una “alerta roja” insta a los países miembros de Interpol a detener a las personas identificadas si entran en el territorio del país, aunque Interpol no tiene poder para ordenar dichas detenciones.
A pesar de las extrañas circunstancias que rodean la muerte de Nisman, el gobierno de Fernández de Kirchner dictaminó inicialmente que su muerte fue un suicidio. Nisman era judío y su muerte desató la alarma nacional respecto a la seguridad de los judíos en el país y a la profundidad de la influencia de Irán en la nación sudamericana, alimentando el apoyo al centrista Macri frente a su oponente de izquierdas.
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Las acusaciones de encubrimiento por parte del gobierno llevaron a Fernández de Kirchner a una situación judicial complicada, y un juez dictaminó en 2018 que debía ser juzgada. Sin embargo, en ese momento, ella poseía inmunidad legal para ser procesada como senadora, lo que impidió su arresto. Los legisladores se negaron a despojarla de su inmunidad y aún no ha sido juzgada.