Emmanuel Alejandro Rondón – El American
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y uno de los hombres clave del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, fue interrogado por el senador Rand Paul (R-KY) con relación a las acusaciones y recientes reportes que lo vinculan al financiamiento de un estudio realizado por el Instituto de Virología de Wuhan que pudo desencadenar el origen del COVID-19.
El origen del COVID-19 puede deberse a un error de laboratorio
El 7 de mayo del 2021, en The Wall Street Journal salió una columna titulada «China, Fauci y los orígenes del COVID». El artículo realiza la siguiente pregunta: «¿El virus provenía de un laboratorio chino financiado por el famoso instituto del Gobierno de los Estados Unidos?»
La nota es muy clara explicando que, muy probablemente, el origen del COVID-19 se debe a un accidente de laboratorio en Wuhan que desmentiría la teoría del origen por los murciélagos lo que implica un salto natural del virus hacia los humanos.
«Antes de que el COVID-19 hiciera estragos en el mundo, los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas del Dr. Anthony Fauci financiaron una investigación sobre coronavirus que incluía trabajos en el Instituto de Virología Wuhan de China», reza el artículo del Wall Streert Journal firmado por James Freeman, coautor del libro «The Cost: Trump, China and American Revival».
«La idea [de la investigación] era estudiar la capacidad de estos virus para atacar a los humanos, pero ¿podría un experimento financiado por Fauci ser realmente el origen de la mortal infección mundial? En un exhaustivo recuento de las posibilidades virales publicado esta semana por el Bulletin of the Atomic Scientists, Nicholas Wade, un reconocido científico que fue miembro del staff Nature y Science sostiene que el laboratorio chino es la fuente más probable de la agonía mundial».
Wade escribió en el Bulletin of the Atomic Scientists que los virólogos en Wuhan llevaron adelante una peligrosa «ganancia de función» que buscaba «entender qué cambios debían producirse en las proteínas de pico de un virus murciélago antes de que pudiera infectar a las personas».
Wade menciona lo siguiente: «Los investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, dirigidos por la principal experta en virus de murciélagos de China, Shi Zheng-li o “la dama de los murciélagos”, organizaron frecuentes expediciones a las cuevas infestadas de murciélagos de Yunnan, en el sur de China, y recogieron un centenar de coronavirus de murciélagos diferentes».
El análisis sostiene que la doctora «Shi se asoció con Ralph S. Baric, un eminente investigador de coronavirus de la Universidad de Carolina del Norte. Su trabajo se centró en mejorar la capacidad de los virus de murciélago para atacar a los humanos con el fin de “examinar el potencial de emergencia (es decir, el potencial para infectar a los humanos) de los CoV [coronavirus] de murciélago en circulación”».
Lo que explica Wade a lo largo de su análisis es que hay mayores posibilidades de que el COVID-19 se desarrollara mediante un error de laboratorio en lugar de un salto entre especies, de animal a humanos, por parte del virus. En el informe se señala que diversos miembros de la comunidad científica manifestaron preocupación cuando se realizaban los estudios con murciélagos en China porque el Instituto de Virología de Wuhan no cumple con los requerimientos de bioseguridad mínimos para realizar este tipo de investigaciones de forma segura.
Un pasaje del Ebook «Chaos Under Heaven: Trump, Xi, and the Battle for the Twenty-First Century», adaptado en un artículo para Politico, denuncia exactamente el mismo caso de Wade y, además, revela que en 2017 representantes embajadores americanos enviaron cables diplomáticos alertando sobre los riesgos de los experimentos en el Instituto de Virología de Wuhan.
El artículo señala que, a finales de 2017, «altos funcionarios sanitarios y científicos de la Embajada de Estados Unidos en Pekín asistieron a una conferencia en la capital china». En ese viaje, «vieron la presentación de un nuevo estudio elaborado por un grupo de científicos chinos, entre ellos varios del laboratorio de Wuhan, en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos».
Josh Rogin, condecorado columnista del Washington Post y autor del Ebook, explicó que desde el brote del virus SARS en 2002 «los científicos de todo el mundo han estado buscando formas de predecir y limitar futuros brotes de enfermedades similares». Para lograrlo, diversas instituciones de salud, como el Instituto Nacional de la Salud (NIH), financiaron proyectos donde participaron científicos del Instituto de Virología de Wuhan «incluyendo gran parte del trabajo del laboratorio de Wuhan con los coronavirus de los murciélagos».
El origen del COVID-19 sigue siendo una incógnita. Uno de los problemas es que el régimen chino ha impedido sistemáticamente una investigación independiente sobre el Instituto de Virología de Wuhan. En abril del 2021, científicos de todo el mundo rechazaron la pesquisa que la OMS había hecho en enero de este año por, supuestamente, estar contaminada por el Gobierno de Xi Jinping.
El propio director de la OMS, Estados Unidos junto a 14 países y la Unión Europea denunciaron a China por ocultar datos sobre el origen del COVID-19 y la pandemia en general.
La relación de Fauci con el origen del COVID-19
Wade explica en su artículo que, en «un extraño giro en la historia», el trabajo de la “dama de los murciélagos”, la doctora Shi Zheng-li, «fue financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), una parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus días). Y las propuestas de subvenciones que financiaron su trabajo, que son una cuestión de registro público, especifican exactamente lo que planeaba hacer con el dinero».
Por esta historia, el senador Rand Paul cuestionó fuertemente al doctor Fauci, acusando a la NIH de financiar al Instituto de Virología de Wuhan; Fauci lo negó rotundamente.
«Es completamente incorrecto», dijo el científico al senador republicano. «El NIH nunca ha financiado (…) la ganancia de la investigación de funciones en el Instituto Wuhan».
«Los defensores gubernamentales de la ganancia de función, como usted, dicen que las mutaciones del COVID-19 fueron aleatorias y no diseñadas por el hombre», replicó el senador a Fauci. «¿Podría descartar una fuga del laboratorio? La respuesta en este caso es probablemente no. ¿Dirá usted delante de este grupo categóricamente que el COVID-19 no pudo producirse por un paso en serie en un laboratorio?».
«No tengo ninguna explicación de lo que pudieron haber hecho los chinos y estoy totalmente a favor de cualquier investigación adicional de lo que ocurrió en China», aseveró Fauci. «Sin embargo, repetiré una vez más que el NIH y el NIAD no han financiado categóricamente el aumento de la investigación sobre la función que se realiza en el Instituto Wuhan».
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