Fuente: El Mensajero audaz
Una advertencia no reconocida por la OMS
El 31 de diciembre de 2019, las autoridades taiwanesas enviaron un comunicado a la OMS advirtiendo de un incipiente brote de un nuevo tipo de neumonía que se había comenzado a observar en Wuhan. Este comunicado nunca fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud, cuyo presidente, Tedros Adhanom, incluso llegó a calificar a los isleños de racistas y de organizar una campaña en su contra.
Como respuesta a esta negativa, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán publicó en Twitter el contenido del correo electrónico que enviaron a la OMS. Además, la web del Centro de Prevención de Enfermedades de Taiwán (CDC), publicó un comunicado el mismo día confirmando el envío de dicho correo electrónico, así como las medidas que se tomaron desde el mismo 31 de diciembre para frenar los contagios.
Medidas adoptadas por Taiwán para frenar los contagios
A principios de enero se suspendieron los vuelos con el continente y a mediados de marzo se cerraron las fronteras con el resto del mundo. Para detectar a viajeros enfermos, los inspectores taiwaneses recibíanen la puerta de desembarque a los vuelos procedentes de Wuhan y tomaban la temperatura a sus pasajeros.
Con distanciamiento social, mascarillas y una fuerte responsabilidad ciudadana, Taiwán ha conseguido atajar la epidemia sin parar su economía. Aunque se prohibieron las reuniones de más de cien personas, los restaurantes han seguido abiertos, a los cines se podía ir con mascarilla y dejando un asiento libre, y la liga de béisbol, que siguió jugándose sin público, desde el pasado verano levantó todas las restricciones.
“El Gobierno de Taiwán aprendió de su experiencia con el SARS en 2003 y estableció un mecanismo de respuesta de salud pública para permitir una reacción rápida en futuras crisis. Equipos de funcionarios bien adestrados y con experiencia se dieron cuenta rápidamente de la crisis”, indica un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA), que encuentra 124 medidas que Taipéi adoptó en las primeras semanas de lo que se acabaría convirtiendo en la pandemia que ha paralizado medio mundo desde marzo de 2020.
Apoyo de EEUU pero no de la República Popular China ni de la OMS
Estados Unidos condenó la exclusión de Taiwán de la asamblea anual de la Organización Mundal de la Salud (OMS), y agregó que esta decisión demostró que el jefe de este organismo estaba complaciendo a China.
“La falta de independencia del director general de la OMS (Tedros Adhanom) priva a la Asamblea de la reconocida experiencia científica de Taiwán en la enfermedad y daña aún más la credibilidad y la eficacia de la OMS en un momento en el que el mundo más lo necesita”, dijo el Secretario de Estado de la administración Trump, Mike Pompeo, a través de un comunicado.
Recordemos que Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, notificó formalmente a Naciones Unidas la salida de su país de la Organización Mundial de la Salud el pasado mes de julio, precisamente por considerar que la organización no es independiente y que está condicionada por China, aunque una de las primeras órdenes ejecutivas firmadas por Joe Biden ha incluido revocar la decisión de Trump y suspender la salida del país norteamericano de la OMS.
Por su parte, la República Popular China considera a Taiwán como parte de su territorio, así como Naciones Unidas, organismo que tampoco reconoce a Taiwán y que es el motivo por el cual no se le permite formar parte de la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, vemos cómo desde la OMS intentan evitar preguntas de los medios de comunicación relacionadas con Taiwán o acerca de cómo Taiwán ha gestionado la pandemia pese a no formar parte de esta organización.
Por ejemplo, en abril de 2020, la televisora RTHK, de Hong Kong, transmitió una entrevista con Bruce Aylward, el subdirector general de la OMS, quien habló con la periodista Yvonne Tong a través de una videollamada.
En la entrevista, Tong le preguntó si la OMS reconsideraría permitir que Taiwán se uniera a la organización. Tras un largo silencio, Aylward le respondió que no podía oírla y le pidió que pasara a la siguiente pregunta, pero Tong lo presionó nuevamente, diciéndole que le gustaría hablar sobre Taiwán. En este punto, Aylward pareció colgar la videollamada.
Cuando la periodista llamó nuevamente, le preguntó otra vez si podía comentar sobre la respuesta de Taiwán al coronavirus, a lo que Aylward respondió: “Bueno, ya hemos hablado de China“.
La respuesta generó gran controversia, pues para muchos refleja la postura de China sobre Taiwán, que considera a la isla como una “provincia renegada”, evidenciando la presión que el Partido Comunista Chino (PCC) ejerce sobre la Organización Mundial de la Salud.
Taiwán, sin embargo, se considera a sí mismo un país independiente.
Evolución de casos en Taiwán
Taiwán sólo ha registrado 12 muertes y algo más de 211.000 casos desde el comienzo de la pandemia, lo que, tratándose de un país de más de 23 millones de habitantes cohabitando en una superficie más pequeña que Extremadura, no deja de ser una muestra de la extraordinaria gestión que han llevado a cabo para acabar con la epidemia en la isla, y más aún si tenemos en cuenta que la distancia entre Taiwán y la costa oriental de China, país que dio origen a la pandemia, es de apenas 180 km, separados por el estrecho de Taiwán.
Fuente: https://www.cdc.gov.tw/En
De hecho, hace ya meses que podemos ver a los taiwaneses haciendo vida normal, sin límite de aforos en espacios cerrados y sin tener que utilizar las mascarilla.
¿Cuál ha sido el secreto del éxito?
Es evidente que una de las claves fundamentales fue tomar acción en el momento en que detectaron los primeros siete casos de neumonía atípica en Wuhan, estableciendo un mecanismo de respuesta para permitir una reacción rápida tras lo aprendido con la epidemia del SARS en 2003.
Otra de las claves, sin duda, ha sido tener la libertad de obrar según su propio criterio y no tomar acciones siguiendo los protocolos de entidades supranacionales como la OMS, de la que Taiwán no forma parte, y cuyas indicaciones han estado plagadas de contradicciones desde que comenzó la pandemia.
En todo caso, estas organizaciones deberían tomar nota de la gestión que Taiwán ha llevado a cabo para contener la epidemia de coronavirus, y aquellos países que han seguido a rajatabla las medidas contradictorias de la OMS, quizá deberían seguir el ejemplo de Taiwán, aunque estos mismos organismos no le quieran dar voz.
Y es que, evidenciar que una pequeña isla de más de 23 millones de habitantes ha podido salir de una pandemia mundial en pocos meses ignorando a estas entidades supranacionales, en contraposición con aquellos países que sí que han seguido sus indicaciones y que aún no parecen estar ni cerca de lograr el éxito de Taiwán, sino más bien lo contrario, podría hacer tambalear una de las piezas fundamentales del globalismo.