Traducido de The Vigilant Citizen por TierraPura.org
Algunos padres descubrieron que al sumergir algunas muñecas L.O.L. en agua helada se descubría la lencería o símbolos extraños, como trozos de pizza. He aquí un vistazo a estas muñecas y cómo encajan en una agenda más amplia.
L.O.L Dolls es actualmente una de las líneas de muñecas más vendidas del mundo. Y, teniendo en cuenta que la mayoría de las niñas de todo el mundo tienen al menos una muñeca (muchas tienen una colección completa), eso significa cifras enormes. MGA, la empresa matriz de la línea de muñecas, ha obtenido más de 5.000 millones de dólares con las ventas de L.O.L Dolls desde su lanzamiento en 2016. Incluso ha superado en ventas a productos básicos como Barbie y Pokemon.
Uno de los productos más populares de la marca -¡L.O.L Surprise! – tenía reservada una “sorpresa” bastante molesta para quienes sumergían las muñecas en agua fría: Ropa interior, trajes con influencias de bondage y extraños “tatuajes”. Varios padres, comprensiblemente preocupados y horrorizados por estas muñecas, publicaron en Internet algunos vídeos sumergiendo estas muñecas en el agua. Los resultados son tan impactantes como repugnantes. He aquí algunos ejemplos.
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A diferencia de las muñecas Barbie, los rasgos faciales y las proporciones del cuerpo de las muñecas L.O.L. están hechos para parecerse a los bebés y niños pequeños. Así que los que pensaron en este extraño truco sin publicidad están mal de la cabeza.
Ya se sabe que “pizza de queso” es una palabra clave utilizada por los pedófilos para referirse a los niños p***n (las mismas iniciales). A los que piensan que esta pizza está ahí porque “a los niños les gusta la pizza”, miren bien la siguiente foto.
Hay muchas más, pero ya te haces una idea. En respuesta a la indignación generada por estas muñecas, MGA emitió un comunicado en el que admitía que un “pequeño número de muñecas mostraban atuendos o marcas inapropiadas” y tomó “medidas correctivas” en sus diseños”.
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Esa declaración no explica por qué la empresa se tomó el tiempo, el esfuerzo y los recursos para añadir esta “característica” no anunciada a estas muñecas. Una cosa es segura, sabían exactamente lo que estaban haciendo.
MGA es la mayor empresa privada de juguetes del mundo. Es propiedad de Isaac Larian, un multimillonario que hizo fortuna con la introducción de las muñecas Bratz en 2001. Estas muñecas también cosecharon muchas críticas debido a… bueno… solo hay que verlas.
En los últimos años, profesionales de diversos ámbitos han hecho graves advertencias sobre estas muñecas.
Las muñecas BRATZ suscitaron controversia en el mundo del consumo por su campaña fundamental, que anuncia muñecas de cuerpo pequeño, con grandes ojos de anime, labios gigantes y brillantes y narices diminutas, vestidas con trajes provocativos (algunos dirían incluso “de zorra”) cuya principal preocupación en la vida es ir de compras. Las implicaciones de su imagen excesivamente sexualizada y de sus aspiraciones aparentemente mundanas hicieron que muchos críticos se preguntaran por qué se dirigían esas características a las chicas jóvenes, muchas de las cuales eran más jóvenes incluso que la etapa de “prepúber”.
Este artículo explicaba la diferencia fundamental entre estas muñecas y Barbie.
Por un lado, Barbie es claramente una mujer: alta y delgada, con una cintura microscópica y grandes pechos. Pero se comercializa como una mujer independiente; sin marido ni familia, Barbie desempeña muchas ocupaciones diferentes a las que las niñas deberían aspirar fácilmente, como médico, veterinaria, atleta o propietaria de una tienda.
Las Bratz, en cambio, han sido creadas deliberadamente (y de forma inquietante) para que las niñas puedan imaginarse como una muñeca Bratz. Sus cuerpos, que tienen medidas mucho más pequeñas y aniñadas que las de las Barbie, han sido construidos inteligentemente para que resulten más cercanos a sus jóvenes usuarias. Como explica inteligentemente McAllister, “esta primacía del parecer sobre el tener se refleja en las Bratz. Comparemos el eslogan de Barbie, “Nos gusta Barbie”, con el de Bratz, “Chicas con pasión por la moda”. Estos eslóganes reflejan la diferencia entre tener una muñeca y vivir y parecer una muñeca” (McAllister 250) – Syndey Megan Jow, NIÑOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN: La cultura de consumo de las muñecas “BRATZ
Según un informe de la Asociación Americana de Psicología
“Un efecto especialmente pernicioso de la exposición constante a imágenes sexualizadas de niñas es que los individuos y la sociedad pueden ser “entrenados” para percibir y etiquetar a las niñas sexualizadas como “seductoras”.
Las imágenes de sexualidad precoz en las niñas pueden servir para normalizar prácticas abusivas como el abuso infantil, la prostitución infantil y el tráfico sexual de niños.”
Otras empresas de juguetes también lanzaron algunos extremadamente cuestionables.
La muñeca Troll
Otro juguete ha sido objeto de una reacción masiva después de que se descubriera que un botón “secreto” colocado en las partes íntimas de la muñeca hacía que ésta emitiera varios sonidos de jadeo y risa.
A pesar de esta “comprobación de hechos”, Hasbro retiró la muñeca Troll de las estanterías después de que una petición firmada por 300.000 personas acusara a la juguetera de promover el abuso infantil al colocar un botón que le hacía reír entre las piernas.
En conclusión
No importa la excusa que den estas empresas y no importa lo que digan los “fact-checks”, estas empresas saben exactamente lo que están haciendo al comercializar estos juguetes a los niños. Llevan años haciéndolo, sabiendo muy bien qué efectos tienen estas cosas en los niños.
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Estas muñecas forman parte de una agenda más amplia para normalizar la pedofilia y la sexualización de los menores. En el último mes, he analizado el video musical WAP de Cardi B y la película de Netflix Cuties que también fueron hechos a medida para lograr estos objetivos. Quieren introducir a los niños en la sexualidad a la edad más temprana posible porque estos pedófilos quieren que las relaciones entre niños y adultos sean normales y aceptables.
En una escala más amplia, quieren sacar a los niños de la dichosa inocencia de la juventud para forzarlos a una versión retorcida de la edad adulta centrada en los valores enfermos de la élite ocultista. Ahora más que nunca, los padres deben estar atentos a los productos y medios de comunicación que consumen sus hijos. Porque las corporaciones de élite detrás de estos productos no quieren lo mejor para sus hijos. Quieren exactamente lo contrario.
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