Traducido de Daily Caller por Tierrapura.org
Los funcionarios del Departamento de Estado de Pensilvania llegaron a un acuerdo con un grupo de integridad electoral para eliminar a las personas fallecidas de las listas de votación en el estado, según la Fundación Legal de Interés Público (PILF).
PILF presentó por primera vez la demanda contra el Departamento de Estado de Pensilvania el 5 de noviembre de 2020 por “no mantener razonablemente los registros de registro de votantes según la ley federal y estatal”, según un comunicado de prensa.
“Al 7 de octubre de 2020, al menos 9.212 inscritos han estado muertos durante al menos cinco años, al menos 1,990 inscritos han estado muertos durante al menos diez años y al menos 197 inscritos han estado muertos durante al menos veinte años… Pensilvania todavía dejó los nombres de más de 21,000 personas fallecidas en las listas de votantes menos de un mes antes de una de las elecciones generales más importantes para los funcionarios federales en muchos años”, se lee en el comunicado de prensa.
Casi cinco meses después de que se presentó la demanda, los funcionarios de Pensilvania acordaron comparar los nombres de los votantes fallecidos con una base de datos de registro de votantes y eliminar sus nombres si, de hecho, “no son elegibles para votar debido a su muerte”.
Otro acuerdo alcanzado en la demanda fue que cada comisión del condado recibiría los nombres de las personas fallecidas e “informaría a las comisiones que deberían cancelar de inmediato los registros”, según un comunicado de prensa del 7 de abril de PILF. Si bien la demanda de noviembre alegaba que había más de 21.000 personas muertas en las listas de votantes, no se alcanzó un número específico para la remoción en el padrón.
Las revisiones se llevarán a cabo antes de las elecciones generales estatales de 2021.
“Esto marca una victoria importante para la integridad de las elecciones en Pensilvania”, dijo el presidente y consejero general de PILF , J. Christian Adams. “El hecho de que el Commonwealth no elimine a los registrantes fallecidos creó una gran oportunidad para el fraude y el abuso de los votantes. Es importante no tener votantes muertos activos en las listas durante 5, 10 o incluso 20 años. Este acuerdo arregla eso”.
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