Por Sandra León

A tenor de la mejora en las cifras de contagios, muchos españoles esperaban como agua de mayo la llegada del puente de San José y la Semana Santa para poder visitar a sus familiares, hacer turismo o viajar a segundas residencias que, en muchos casos, tienen totalmente abandonadas por culpa del coronavirus. No sólo se trata de disfrutar de unos días de descanso, que también, sino de comprobar que la casa del pueblo no ha sufrido daños con las nevadas que dejó Filomena o que el apartamento de la playa no ha sido okupado.

Los planes de muchos ciudadanos se han esfumado, sin embargo, después de que Sanidad haya impuesto el cierre perimetral durante este fin de semana en todas las comunidades autónomas en las que hay puente -Madrid, Valencia, País Vasco, Extremadura, Murcia, Navarra y Galicia- y en toda España en Semana Santa. Así, los españoles se ven condenados a permanecer encerrados en su comunidad autónoma, mientras los telediarios muestran cómo miles de franceses conquistan las calles de Madrid o cómo los turistas extranjeros ya disfrutan de nuestras playas.

Más de 400.000 extranjeros

Según la última encuesta de entradas (Frontur) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en enero llegaron a nuestro país 432.362 turistas. Se trata de una cifra notablemente inferior a la del mismo mes de 2020 -hasta un 89,5% menos-, pero que demuestra que mientras en España se prohíbe a los ciudadanos entrar o salir libremente de sus comunidades, los extranjeros siguen llegando a nuestro país para disfrutar de todo lo que a muchos se les priva.

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Como ha venido sucediendo durante toda la pandemia, el principal país de origen de los turistas que llegaron a España en enero fue Francia, desde donde entraron 117.625 visitantes. Le siguen Alemania (51.098 turistas), Portugal (28.747), Reino Unido (23.217) e Italia (22.728).

Los franceses conquistan Madrid

En las últimas semanas, las imágenes de los jóvenes galos divirtiéndose en la capital se han hecho virales en España y en toda Europa.Esteban Benito, coordinador de las Asociaciones de Vecinos del Distrito Centro, confirma a Libertad Digital lo que ya es un secreto a voces: que los franceses han venido a sustituir el turismo nacional y no precisamente respetando las restricciones.

“Los que vivimos en el centro escuchamos hablar más en francés en nuestras calles, comercios y terrazas, y también tenemos constancia de quejas de vecinos que tienen la desgracia de tener viviendas ilegales en sus edificios”, denuncia. Se refiere así a los pisos turísticos, donde los franceses organizan fiestas que se alargan hasta que la policía llega para recordarles el toque de queda y el resto de medidas impuestas por Sanidad.

Las imágenes indignan a muchos ciudadanos que no entienden por qué los extranjeros pueden ir a Madrid, a Valencia o a las islas, mientras que un segoviano no puede desplazarse a la capital, por ejemplo, o un madrileño no puede ir a la playa.

El problema no son los desplazamientos

Tampoco el sector turístico lo comprende. “No entendemos estas medidas”, asegura a LD Ramón Estalella, Secretario General de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). A su juicio, el riesgo no reside en los desplazamientos: “El problema son los contactos. Lo que hay que limitar es el contacto entre personaspero no que las personas se puedan desplazar de un lugar a otro”.

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En este sentido, Estalella recuerda que las mayores restricciones que se han aplicado en algunas comunidades autónomas y en otros países tampoco son garantía de nada. “Eso no ha hecho que se haya producido una caída importante de los casos”, advierte. Por el contrario, el Secretario General de CEHAT pone el ejemplo de la Comunidad de Madrid, “donde no ha estado cerrada la hostelería ni se ha limitado el movimiento de personas” y, sin embargo, “sí ha tenido una limitación de casos”, asegura en referencia a la notable reducción de la incidencia acumulada en las últimas semanas.

Así, Estalella advierte de que precisamente las mayores restricciones son las que provocan “que la gente quede en las casas o que en los pisos turísticos se hagan botellones, y es ahí donde se están produciendo los contagios”. Con todo, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos envía un mensaje muy claro al Gobierno: “Lo que hay que hacer es limitar los contactos, pero no la movilidad

Fuente: libertaddigital.com

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