Por Camilo Bello
China busca mitigar con nuevas leyes las sanciones impuestas por Estados Unidos. Li Zhanshu, presidente del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional, el principal órgano legislativo del gigante asiático, dijo que Beijing «mejorará la legislación en los campos relacionados con el extranjero al centrarse en medidas contra las sanciones y contrarrestar la interferencia» de otros países.
Según Zhanshu, serán leyes que servirán como base legal para que China lance «contramedidas equivalentes» ante sanciones extranjeras, principalmente las americanas, que el Partido Comunista de China (PCCh) califica de injustificadas.
Leyes para la coerción y responder a sanciones
China podrá adoptar respuestas sistemáticas contra las medidas tomadas por Estados Unidos hacia China, no solo en el campo del comercio, sino también en el de asuntos políticos como el genocidio cometido en Xinjiang y la represión en Hong Kong.
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En los cambios jurídicos de Beijing hacia Hong Kong, Song afirmó que «los planes de China para cambiar el sistema electoral de la ciudad y examinar a los candidatos para el “patriotismo” protegerán el papel internacional de Hong Kong», según EFE.
Por su parte, Zhanshu afirmó que las sanciones extranjeras, la interferencia y la jurisdicción de Estados Unidos «ya no estarán libres de consecuencias, y estas leyes alterarán la situación embarazosa de no tener leyes a las que recurrir cuando los intereses de China se vean socavados».
Beijing ya ha emitido sanciones a políticos americanos en respuesta de sanciones impuestas por Washington. Sin embargo, la nueva apuesta de Beijing cumple un rol más activo dentro del orden jurídico y diplomático.
Por ejemplo, Beijing promulgó una nueva ley que otorga a la Guardia Costera más libertad para usar la fuerza aumentando las preocupaciones de los países democráticos en la región Indo-Pacífico.
Cabe recordar que embarcaciones chinas han incursionado en aguas de Japón en lo que va del año, haciendo que Tokio endurezca sus leyes para proteger la soberanía de sus costas.
China toma acciones legales contra investigadores del genocidio
Dentro del plan legislativo y diplomático de China para hacer frente a las sanciones e interferencias extranjeras, Beijing anunció su respaldo a las medidas legales contra Adrian Zenz, un investigador alemán del “Center for Global Policy”, donde publicó un informe que detalla cómo el Partido Comunista chino somete a miles de uigures a trabajo forzado, principalmente en la recolección de algodón.
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Li Zhanshu expuso ante la Asamblea Popular Nacional los desarrollos en materia legal que han dado herramientas a militares chinos para avanzar en costas de Japón y a políticos y diplomáticos para implementar estrategias que le permiten a Beijing dominar el parlamento de Hong Kong.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, culpó a Zenz por la reacción mundial sobre el genocidio en Xinjiang. «Algunos políticos han optado por creer en sus palabras», dijo en una rueda de prensa donde mostró el apoyo gubernamental a la demanda impuesta por individuos en China.
China exige disculpas a Reino Unido
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió un comunicado donde le exige a la embajadora del Reino Unido en Beijing, Caroline Wilson, «presentar una solemne representación sobre su artículo firmado indebidamente en las redes sociales».
La exigencia de Beijing tuvo su origen en una publicación hecha por la embajadora en la red social Wechat, en donde denuncia las sanciones a los medios extranjeros y recordó la importancia de la libertad de prensa para supervisar la labor de los gobiernos.
«Esto recuerda que en las últimas semanas, los medios estatales chinos no solo han publicado más y más informes de ataques a periodistas extranjeros, sino que también los acusaron de ser anti-China», escribió Wilson en relación con la disputa que vive Londres y Beijing por el bloqueo a las cadenas BBC y CGTN respectivamente.
Luego de las críticas hechas por el régimen comunista, la embajadora Caroline Wilson ha mantenido su postura en redes sociales frente a la persecución de China a la prensa extranjera.
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La estrategia del PCCh es aumentar su poder coercitivo mientras evade las responsabilidades sobre temas sensibles como el origen del coronavirus (COVID-19) y el genocidio en Xinjiang, teniendo en cuenta que en 2022 China será la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Los Juegos Olímpicos representan una oportunidad valiosa para que China expanda su poder blando en medio de la apertura mundial después de la pandemia y debe asegurar que los visitantes tengan una narrativa distinta a la realidad que los medios occidentales han mostrado del PCCh.
Fuente: elamerican.com
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