Con tantas teorías de la conspiración confirmándose una tras otra, al establishment que controla al mundo occidental no le queda más remedio que emprender campañas masivas de censura y desprestigio, y hasta buscar clasificar a cualquier voz disidente como “terrorista” por el simple hecho de no estar de acuerdo con las creencias operativas de la oligarquía gobernante. Muchos médicos y científicos valientes han reportado la censura y prohibición de medicamentos y tratamientos alternativos efectivos durante la crisis sanitaria actual. A continuación, presentamos los casos de tres científicos de élite nominados al Premio Nobel, que ejemplifican hasta dónde han sido capaces de llegar las élites que mueven los hilos de la industria farmacéutica en Occidente con tal de anular visiones alternativas a la medicina como negocio y mecanismo de control.
Dr. Luc Montagnier: Premio Nobel de Medicina (2008)
El Consejo Atlántico (un tentáculo de la corona británica) ha lanzado una campaña de desprestigio contra el Premio Nobel Dr. Luc Montagnier [1], por respaldar la teoría de que el COVID-19 fue creado en laboratorio y por haber propuesto un programa internacional de terapia de ondas electromagnéticas para tratar las enfermedades, en vez de invertir en vacunas.
Dr. Richard John Roberts: Premio Nobel de Medicina (1993)
El biólogo molecular Dr. Richard John Roberts, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1993, dijo lo siguiente en una entrevista [2] catorce años después de ser laureado:
“La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital… Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos… He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad… [pero] las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento… Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.”
Dr. Peter Gariaev: Nominado al Premio Nobel de Medicina en 2021
Otro científico de élite, el Dr. Pyoter Gariaev, creador de la genética cuántica quien también dijo que el Covid fue creado en laboratorio y propuso la terapia de genética de ondas para tratarlo, fue nominado en octubre de 2020 al Premio Nobel de Medicina 2021, y murió un mes después de recibir la carta de nominación debido a un aneurisma cerebral, como informaron algunos de sus colegas académicos y otras personas que le conocían y a quienes “les preocupa que su fallecimiento en estas fechas es inusual, pues estaba en excelentes condiciones a pesar de tener 79 años”, además de que “este gran investigador independiente y pionero de las ciencias de la vida no podría haber muerto en un momento más crucial y precario de la historia de la medicina.” [3]
Meses antes de su muerte, el Dr. Gariaev publicó lo siguiente en el portal de su centro de investigación [4]:
“[…] Con la genética y la virología tradicional, permaneceremos siempre en un mismo lugar, desperdiciando mucho dinero en trabajo inútil. Necesitamos de manera URGENTE, una genética y virología fundamentalmente nuevas. Nosotros tenemos, en primer lugar, la Genética de ondas lingüísticas (BTY), que desarrollamos desde 1984, experimentando una tremenda resistencia de la ciencia oficial. ¿Y qué podemos ofrecer desde nuestra genética de ondas para combatir la pandemia? Lo primero y más importante es la revisión y corrección del antiguo modelo del código genético. El modelo es científicamente incorrecto y, por lo tanto, es una equivocación absoluta, aunque en su momento haya sido laureada con un premio Nobel. ¿Cuál es su error y cómo puede su corrección ayudar a combatir la pandemia? El error es ignorar la importancia de todo lo lingüístico (textual), como parte de la codificación genética, en todo el genoma humano, no solo en el 2% que es lo que produce proteínas y que es todo lo que se pudo estudiar en occidente. Constantemente niegan el significado de los genes, como partes de textos con sus componentes: palabras, las raíces de las palabras, prefijos, morfemas, fonemas, puntuación, declinaciones, conjugaciones, algunas veces, aspectos probabilísticos de los significados de los textos genéticos y todo un mundo de cosas que sería muy difícil describir. La única forma de salir de estas circunstancias, más bien sombrías que prevalecen, es comenzar de inmediato la investigación mundial en el campo de la ‘genética de ondas lingüísticas.’ Tenemos ya una gran base teórica y experimental en esta área, la parte principal es que ya podemos operar con copias cuánticas de genes que, en el futuro próximo, nos permitirá desactivar los genes de ARN y otros virus patógenos, tanto de ARN como de ADN. En otras palabras ‘apagar’ los componentes genéticos de manera cuántica, lo cual significa desactivar cualquier patógeno.”
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¿Cómo se explican las denuncias de estos tres científicos en términos geopolíticos?
Occidente está controlado por una histórica oligarquía ocultista y regresiva que ahora mismo busca crear caos geoestratégico sin precedentes con el objetivo de impulsar una agenda maltusiana transhumanista e imponer una dictadura global de la banca centralizada. Mientras estas élites han mantenido a la humanidad endeudada y anclada a paradigmas científicos obsoletos, ellas han desarrollado armas biológicas en laboratorios secretos, como el patógeno de baja mortalidad conocido como Covid-19, que fue modificado en laboratorios occidentales y trasladado a China para responzabilizar a esta nación y atentar contra su soberanía por haber desafiado el orden mundial unipolar que buscan imponer las élites occidentales.
Fuente: mentealternativa.com