Traducido de breitbart.com por TierraPura.org
Un sondeo ha revelado que el 69% de los franceses, casi 7 de cada 10, afirman que existe un problema con la ideología del “islamo-izquierdismo” en el país.
El sondeo de la consultora Odoxa-Backbone reveló que una amplia mayoría de los encuestados cree que existe un problema con los grupos de izquierda, los partidos políticos y las personalidades que se niegan a adoptar posiciones duras contra el extremismo islámico radical por miedo a “estigmatizar” a los musulmanes en su conjunto.
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Cuando los resultados se dividieron por afiliación política, la encuesta mostró que el 82% de los partidarios de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen creían que el tema era un problema, mientras que el 83% de los republicanos de centro derecha tenían la misma opinión, informa Franceinfo.
Los partidarios del partido Los Republicanos en Marcha (LREM) de Emmanuel Macron estaban de acuerdo con la propuesta en un 80%.
Entre los partidarios de la extrema izquierda France Insoumise, solo el 46 por ciento estaba de acuerdo con que el islamismo era un problema, sin embargo, el 63 por ciento de los partidarios del Partido Socialista veían el concepto como un problema.
El prominente filósofo francés del globalismo, Bernard Henri-Levy, a menudo llamado simplemente “BHL”, también se ha pronunciado sobre el islamo-izquierdismo junto con la ministra francesa de la Universidad Frederique Vidal, quien declaró que era “un problema que aflige a la sociedad y ni siquiera la universidad es inmune a él”.
El gobierno del presidente Emmanuel Macron anunció que investigaría el islamismo dentro de las universidades del país, lo que ha provocado la condena de izquierdistas como la revista de extrema izquierda Jacobin, que calificó la investigación de “caza de brujas”.
La académica Mame-Fatou Niang, que estudia la identidad y la raza en Francia, también ha condenado la medida, diciendo que “los investigadores de las minorías han sido considerados activistas a través de los tiempos”.
Dado que en el último año se han importado a Francia muchos movimientos estadounidenses, como el de Black Lives Matter, algunos políticos y académicos franceses han calificado la ideología “woke” (término proveniente de “stay woke” el cual significa “despertar” y es usado por la izquierda para hacer referencia a los problemas relacionados con la justicia social o justicia racial) como una amenaza para la propia república francesa.
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Desde la decapitación del profesor Samuel Paty en octubre del año pasado por un refugiado islamista radical checheno, el gobierno de Macron ha tomado medidas para luchar contra el islam político y lo que Macron ha denominado “separatismo islámico”, incluyendo el cierre de grupos vinculados a los islamistas.
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