Suma y sigue, las consecuencias de esta vacuna, consecuencias que grandes medios y políticos prefieren ignorar, siguen surgiendo por todas partes del mundo. En este caso es en Estados Unidos y la víctima ha sido la joven enfermera Sara Stickles que ha fallecido cinco días después de que le fuera administrada la segunda dosis de la vacuna de Pfizer.

Sara recibió esa dosis el 2 de febrero y el día 7 empezó a encontrarse mal, le empezaron a brotar múltiples erupciones y comenzó a tener fuertes dolores de cabeza. Fue trasladada al Swedish American Hospital, en el que trabajaba, donde recibió un primer diagnóstico, había sufrido un aneurisma cerebral. Poco después fue trasladada en avión al Hospital de la Universidad de Wisconsin en Madison, donde se le realizaron más pruebas, hasta que el pasado 10 de febrero, su hermana Kara publicaba en Facebook que ya no tenía actividad cerebral. Murió el día 11, dejando huérfano a un niño de corta edad.

I know everyone is sad and hurting right now but this is what’s happening, she has no brain activity, and they’ve called…

Publicada por Kara Stickles en Miércoles, 10 de febrero de 2021

Debido a que Sara no tenía seguro, la familia abrió una página en ‘Gofundme‘ para intentar recaudar dinero para su funeral.

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Una nueva vida rota por esta vacuna que nos siguen recomendando con tanto entusiasmo tanto medios de comunicación como políticos mientras siguen apareciendo casos dramáticos como el de Sara, ¿por qué no nos cuentan la verdad? ¿Por qué no se pone freno a esta locura?

Jacqueline Gifford era cercana a la enfermera fallecida.

Fuente: eldiestro

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