Por Vanessa Vallejo
La izquierda sí que sabe cómo blindarse cuando no quiere dar un debate. La técnica de victimizarse, acusar al otro de villano sin corazón y en vez de debatir en el plano racional pasarse al campo emocional, es una de las grandes herramientas de la progresía actual; la representante Ocasio-Cortez nos ha dejado claro es una experta en esto.
No doy cifras para debatir si los subsidios a minorías son convenientes o no, sino que acuso a la contraparte de racista, y con eso ya está, ya lo destruí. No tengo que discutir si las medidas feministas causan desempleo entre las mujeres, solamente llamo machista a quien no esté de acuerdo con la “discriminación positiva”. Para qué hablar de datos sobre lo perjudicial que es aumentar el salario mínimo por ley, si fácilmente puedo parar el debate acusando a la contraparte de no querer que los pobres ganen un mejor salario.
Son expertos en llevar todo al campo emocional y personal. Son expertos en victimizarse y hacer quedar como un villano a cualquiera que se atreva a llevarles la contraria. Y cuando han cometido un error y quieren frenar el tema, solo tienen que inventarse que son víctimas de algún tipo de violencia o sobrevivientes de algún ataque machista/racista/homofóbico.
La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez tiene muy clara esta técnica y utiliza muy bien su historia para victimizarse. Ya sabes, la chica que fue mesera, latina, y ahora -según dijo recientemente- sobreviviente de una agresión sexual y de un ataque en el que casi muere.
Desde que ocurrió el lamentable asalto al Capitolio el 6 de enero, la representante demócrata ha dicho que pensó que iba a morir, aseguró que tuvo que esconderse en un baño y que escuchó voces que decían «¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está ella?!». Para AOC, como se le conoce popularmente a la demócrata, está claro que se salvó de ser asesinada.
Desde ese día, después de sus innumerables tuits y declaraciones diciendo que pasó por una experiencia “cercana a la muerte”, han salido personalidades y otros congresistas a decirle que exagera.
La representante republicana Nancy Mace, por ejemplo, dijo en su cuenta de Twitter que su oficina está a dos puertas de la de Ocasio-Cortez y que los insurrectos “nunca irrumpieron en ese pasillo”. Y luego, AOC se convirtió en tendencia cuando el periodista y analista Jack Posobiec explicó en sus redes sociales, mostrando un mapa, que la oficina de AOC ni siquiera está en el Capitolio.
Pero qué importa todo esto. Lo importante es lo que AOC sintió o, más bien, lo que dice ella que sintió. No importa que ni siquiera haya estado en el lugar de los hechos.
Ahora bien, este lunes se ha combinado todo, oficialmente Ocasio-Cortez es la más oprimida de las oprimidas, además de ser latina y mujer de origen humilde, sobrevivió a una “agresión sexual”. No sé yo si de verdad vivió una agresión sexual o si eso es lo que sintió pero nunca pasó, igual que con el asunto del Capitolio…
Esta semana la representante hizo un live desde su cuenta de Instagram donde habló de su experiencia “cercana a la muerte” el 6 de enero en el Capitolio -donde no estaba- y, de repente, con la voz quebrada, empezó a hablar de que había sobrevivido a una agresión sexual -de la que no dio ningún detalle-, para luego, de una extraña manera, unir eso con lo sucedido en el Capitolio y comparar una cosa con la otra.
AOC dijo que aquellos que le dicen que ya pase con el tema del Capitolio y el 6 de enero, usan “las mismas tácticas de los abusadores”.
En este punto ya no hay interlocución válida, simplemente va a comparar con un abusador a cualquier persona que ponga en duda su relato del 6 de enero y que le diga que ya pare con la exageración. Esto no es más que victimización al 100%, Alexandra Ocasio-Cortez nunca estuvo en real peligro, pero ella no para de twittear y hacer lives.
Ocasio-Cortez, siguió en su live diciendo:
“La razón por la que digo esto y la razón por la que me emociono en este momento es porque estas personas que nos dicen que sigamos adelante, que no es gran cosa, que debemos olvidar lo que sucedió, o incluso decirnos que nos disculpemos. son las mismas tácticas de los abusadores. Y, um, soy una sobreviviente de agresión sexual “
También afirmó que “si experimentas algún tipo de trauma en tu vida, de pequeño a grande, estos episodios pueden agravarse unos a otros”.
Después de decir este tipo de cosas cualquiera se siente temeroso de contestarle que ni siquiera estaba en el Capitolio, si es que dice que el nuevo trauma le puede agravar el pasado, ¡que es un abuso sexual!
No sé yo qué cosas de las que dice AOC de verdad sucedieron y cuáles son inventos suyos, pero el asunto es que queda claro para mí que, incluso si fuera cierto que en algún momento sufrió una agresión sexual, está llevando todo esto a un plano personal, se está victimizando y está comparando a quienes le dicen que pare de exagerar con abusadores sexuales. ¿Qué tiene que ver eso con el Capitolio? ¿Cómo comparas con abusadores sexuales a la gente que dice que hay que seguir adelante y no exagerar?
Nada nuevo bajo el sol. Victimización y acusar al que disiente de ser un malvado sin sentimientos. La izquierda lo ha hecho de nuevo.
Fuente: elamerican.com