Joan Alexandra Molinsky, cuyo nombre artístico era Joan Rivers, fue una famosa comediante, actriz, presentadora de televisión, guionista y autora estadounidense. Rivers se hizo muy famosa en la televisión estadounidense por realizar monólogos cómicos desde mediados de los años 60 del pasado siglo. Esto le llevó a que fuera contratada para presentar el ciclo That Show with Joan Rivers (1968), su primer talk show, al que le siguieron Late Show Starring Joan Rivers (1986-87) y The Joan Rivers Show (1989-94). Además, presentó el programa Fashion Police en la cadena Enterteiment Television y fue protagonista del reality show Joan & Melissa: Joan knows best?
Además de ser conocida por su lengua mordaz y por no callarse nada, Rivers también lo era por haberse realizado multitud de operaciones de estética, llegando a decir que tenía tantas que había perdido la cuenta. En 2014 la presentadora se iba a operar de las cuerdas vocales, durante la operación sufrió una parada cardiorrespiratoria por lo que tuvo que ser ingresada en el hospital Mount Sinai de Nueva York.
Tras permanecer varios días en coma inducido, su hija, Melissa Rivers, decidió que la retiraran la terapia intensiva para que pudiera morir “tranquila” en una habitación privada. Rivers murió el 4 de septiembre de 2014 y fue enterrada sin que se le realizara ninguna autopsia para conocer los motivos de su muerte. Al entierro asistió, entre otros, Donald Trump porque Rivers, además de amiga de ser simpatizante del Partido Republicano era amiga del expresidente de los Estados Unidos.
Aunque los médicos concluyeron que las causa de su muerte fue la falta de oxígeno, que le había dañado el cerebro, nunca se supo lo que causó esa falta de oxigeno ya que fue su hija la que, destrozada, ordenó que no se le realizara la autopsia, además, según las leyes de Nueva York no existiría la obligación legal de hacerla al no haber evidencias de que se hubiera producido un crimen.
La hija de Joan Rivers, Melissa, decidió en enero de 2015 iniciar acciones legales contra la clínica, en donde su madre se había operado de las cuerdas vocales, el Centro de Endoscopía Yorkville. Melissa Rivers declaraba en un comunicado: “Es una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar”. “El mal uso de los medicamentos, la incompetencia, la falta de respeto y su indignante conducta fue traumática y francamente incomprensible. No sólo mi madre merecía algo mejor, cada paciente merece lo mejor”. “Es mi meta asegurarme de que este tipo de trato no lo tenga a nadie más”. En noviembre, el departamento de salud de Nueva York había considerado que los errores del médico personal de Rivers y del equipo de la clínica le habían provocado la muerte cerebral.
Finalmente, en mayo de 2016, Melissa llegó a un acuerdo económico con la clínica en la que había sido operada su madre, dando por finalizada la demanda. Los detalles del acuerdo y el montante económico del mismo no se hicieron públicos.
Pero todo esto no evitó que surgieran infinidad de rumores sobre la muerte de Joan Rivers y mucho más después de las declaraciones que está había realizado a la prensa en julio de 2014. Un reportero la aborda en la calle y le pregunta: “¿Cree usted que el país verá algún día el primer presidente o primera dama gay en la Casa Blanca?” A lo que Joan Rivers contesta, dejando completamente anonadado al reportero: “Ya lo tenemos con Obama, o sea que, vamos a calmarnos. Tú sabes que Michelle es un ‘trans’. A lo que el reportero contesta: “Perdone, ¿ella es qué?” Y Rivers repite claramente: “Una transgénero, todos nosotros lo sabemos”.
Fuente: eldiestro.es