Andrés Vacca
El régimen dictatorial iraní, luego de las recientes amenazas emitidas a la sociedad estadounidense y específicamente contra el expresidente Donald Trump, ahora anuncia su afinidad con Joe Biden y en un mensaje público invita a la nueva administración a retornar al polémico pacto nuclear, el cual fue abandonado por EE. UU. en 2018 justamente por perjudicar los intereses de la nación y beneficiar directamente al gobierno de Irán.
El presidente iraní, Hassan Rouhani, en una reunión de gabinete televisada el día martes, anunció que ahora la decisión está del lado del nuevo gobierno de los Estados Unidos, según reportó el medio Axios.
“Si Washington regresa al acuerdo nuclear de 2015 con Irán, también respetaremos plenamente nuestros compromisos en virtud del pacto”, dijo Rouhani.
Los funcionarios iraníes exigieron también que Estados Unidos primero debe levantar las sanciones a las exportaciones de petróleo y al sistema bancario iraní antes de seguir adelante.
Irán también exigirá una compensación por los supuestos daños que ha sufrido como resultado de la retirada del pacto del expresidente Donald Trump y Estados Unidos. Y anunció también que tomará medidas para garantizar que una nueva administración no desmantele el próximo acuerdo.
Durante los últimos años las relaciones entre el régimen iraní y los Estados Unidos vivieron momentos de fuerte tensión. Principalmente por los límites que impuso la administración Trump contra el avasallamiento del régimen y principalmente por la irresponsabilidad con la que Irán se toma el asunto del uranio, y la fabricación de armamento nuclear.
Concretamente en mayo de 2018 la decisión del entonces presidente Trump de retirarse del pacto nuclear despertó la ira del régimen.
A partir del controvertido pacto con Irán ratificado por la administración Obama en 2015, la comunidad internacional empezó a levantar las sanciones que castigan a la economía iraní a cambio de imponer limitaciones a su programa nuclear.
Pero según defendió la administración Trump, el acuerdo dejó sin efecto sanciones muy duras contra Irán a cambio de una limitación muy débil de su actividad nuclear, y sin ningún límite sobre otros comportamientos perversos del régimen, incluidas sus siniestras actividades en Siria, Yemen y otras partes del mundo.
A comienzos de enero de 2020 Irán anunció que comenzó a enriquecer uranio hasta en un 20% en una instalación subterránea, provocando una fuerte tensión tanto con los Estados Unidos como con los países de la región que se manifestaron en alerta, teniendo en cuenta que el porcentaje citado supera el permitido y se acerca al necesario para la producción de armas.
A la reciente noticia sobre la producción enriquecida de uranio por parte de Irán, bajo sospecha que podría ser utilizado para la elaboración de armas nucleares, se suman los dichos de los principales funcionarios iraníes durante los últimos días, que sugirieron que intentarán asesinar al presidente Trump en venganza por la muerte de Soleimani.
Ebrahim Raisi, jefe del poder judicial de Irán, sugirió específicamente que habrá una “dura venganza” contra los Estados Unidos.
“Los estadounidenses deberían esperar la dura venganza”, dijo Raisi el 1 de enero. “Las fuerzas armadas de resistencia determinarán el lugar y la hora. La nación islámica sabe en qué momento y dónde se llevará a cabo esta venganza. El enemigo debe saber que su vida será muy difícil a partir de ahora. El movimiento de resistencia dificultará mucho la vida del enemigo, en venganza por la sangre del mártir Soleimani. Uno de los aspectos de la dura venganza será expulsar a los estadounidenses de la región”.
En este contexto, Irán anunció su interés de negociar con Joe Biden un nuevo acuerdo, lo que podría poner realmente en peligro no solo a los Estados Unidos, sino al mundo entero en el caso que nadie logre colocar un límite a la producción nuclear de Irán o los acuerdos incluyan pautas perjudiciales para los EE. UU. tal como se espera.