Por César Munera
Twitter resta importancia a las publicaciones del Partido Comunista chino que niegan la existencia de trabajo forzoso en la provincia de Xinjiang.
En medio del polémico debate sobre las políticas de contenido y la censura generalizada, Twitter ignora las publicaciones que rechazan la existencia de trabajo forzoso sobre las minorías étnicas uigures, pese a los numerosos informes que denuncian ese flagelo.
Hua Chuying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, indicó el jueves a través de una cadena de Tweets que “el ‘trabajo forzoso’ es la mayor mentira del siglo destinada a restringir y reprimir a las autoridades y empresas chinas pertinentes y contener el desarrollo de China”.
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En otro de los Tweets se visualiza un video propagandístico en el que aparecen trabajadores sonrientes en las fábricas de Xinjiang hablando sobre cómo “muchos de nuestros hábitos de vida han cambiado y mejorado”.
Un portavoz de Twitter dijo a Fox News que los tweets del Ministerio de Relaciones Exteriores de China no violaban las reglas de la compañía. También se refirió al hecho de que la cuenta estaba etiquetada como una cuenta del gobierno de China.
“Creemos que este es un paso importante para que cuando las personas vean una cuenta que discute temas geopolíticos de otro país, tengan un contexto sobre su afiliación nacional y estén mejor informados sobre a quién representan”.
Twitter también estuvo involucrado en la eliminación de una publicación de la embajada de China en Estados Unidos en la cual afirmaba que las mujeres uigures han sido desradicalizadas, “emancipadas” del extremismo y ya no eran “máquinas para hacer bebés”.
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La publicación estaba relacionada con un artículo del portavoz estatal, China Daily, que niega las acusaciones de esterilización forzada en Xinjiang.
Estimaciones de la ONU indican que más de un millón de musulmanes chinos, muchos de los cuales pertenecen a la minoría étnica uigur, han sido detenidos en la provincia de Xinjiang, donde grupos de activistas denuncian crímenes de lesa humanidad y genocidio.
Una investigación liderada por The Associated Press que contó con la participación de 30 exdetenidos, detalla que las autoridades del régimen comunista chino han obligado a cientos de miles de mujeres uigures a someterse a esterilizaciones y abortos para disminuir la tasa de natalidad de dicha población.
Sin embargo, las autoridades del régimen han negado reiterativamente las acusaciones afirmando que los campos son centros de formación profesional y los programas asociados están destinados a frenar el extremismo religioso y prevenir el terrorismo.
No obstante, se ha informado que el PCCh está empleando tales complejos para forzar a los uigures a confinamiento, castigándolos, sometiéndolos a una vigilancia continua y formas de adoctrinamiento político para erradicar su cultura.