Traducido de breitbart.com por TierraPura.org
Los medios de comunicación estatales de Cuba revelaron que los cubanos de la isla están participando actualmente en la fase II de los ensayos clínicos de una misteriosa vacuna contra el coronavirus chino que se está desarrollando en colaboración con el régimen islámico iraní, informó el martes el periódico español Diario de Cuba.
La supuesta vacuna contra el coronavirus es producto del Instituto Pasteur de Irán y de una empresa cubana anónima, según Kianoush Jahanpour, portavoz de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Irán (IFDA). Los ensayos en humanos, según los medios estatales iraníes, se están llevando a cabo en La Habana.
La noticia, revelada en los medios estatales iraníes en año nuevo, sigue las afirmaciones del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), una organización terrorista, de que estaba desarrollando una vacuna contra el coronavirus chino, a pesar de no tener ningún historial farmacéutico de investigación. El Partido Comunista de Cuba, por su parte, anunció durante el verano el desarrollo de dos vacunas, conocidas como Soberana (“soberana”) 01 y 02. Ninguna vacuna cubana ha pasado los ensayos clínicos de Fase III, y el IRGC dejó de mencionar su supuesta vacuna después de marzo de 2020.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los institutos farmacéuticos de todo el mundo están elaborando más de 50 vacunas diferentes contra el coronavirus chino, actualmente responsable de una pandemia en curso que comenzó en Wuhan (China) en noviembre de 2019. El documento oficial de la O.M.S. sobre el panorama de las supuestas vacunas contra el coronavirus, en el que se enumeran todas las vacunas que se están desarrollando en la actualidad, sólo incluye una vacuna – supuestamente en “desarrollo preclínico” – por parte del gobierno iraní, que no menciona ninguna cooperación con Cuba. El Instituto Pasteur iraní tampoco lo hizo, aunque Irán y Cuba hicieron el anuncio conjunto después de la última actualización de la lista el 29 de diciembre.
Jahanpour, el portavoz iraní, afirmó que los ensayos clínicos de fase I de la vacuna concluyeron con éxito, pero no proporcionó detalles sobre cuándo ocurrieron estos ensayos o los detalles del supuesto éxito. Los ensayos presumiblemente utilizaron cubanos, no iraníes.
Según los informes, los ensayos clínicos de fase III se llevarán a cabo en Teherán.
“La segunda fase del ensayo en humanos se está llevando a cabo bajo la supervisión del Instituto Pasteur de Irán en Cuba. Siempre que la segunda fase sea exitosa, la tercera fase se implementará en Irán ”, dijo Jahanpour, según la agencia de noticias iraní Mehr.
El anuncio del gobierno iraní señaló claramente que Teherán también está buscando participar en COVAX, un programa de la OMS para ayudar a distribuir vacunas contra el coronavirus a naciones desfavorecidas, y que también está tratando activamente de comprar vacunas de compañías que las desarrollan en el extranjero, lo que pone en duda la confianza que el régimen iraní está depositando en su propia investigación.
El presidente iraní, Hassan Rouhani, ya había anunciado en agosto su intención de comprar a laboratorios extranjeros vacunas contra el coronavirus.
“Las vacunas deben adquirirse pronto y someterse a todas las pruebas y ensayos dentro de Irán, ya que el país se enfrenta a la segunda ola de la crisis del COVID-19 [coronavirus chino]”, dijo Rouhani en ese momento. Rouhani instó además a las personas a observar todos los protocolos de salud y ayudar a las autoridades sanitarias y al personal del país a combatir eficazmente la infección viral.
El mes pasado, Rouhani se quejó de que las sanciones de Estados Unidos al régimen iraní por sus graves abusos contra los derechos humanos y su programa ilegal de armas nucleares estaban impidiendo que la nación tuviera acceso a las vacunas actualmente disponibles en todo el mundo.
“Estas personas que están al mando de la Casa Blanca, y están pasando los últimos días de sus miserables vidas [políticas],son tan malvadas que ni siquiera muestran misericordia hacia la salud de la gente”, según los informes, se quejó Rouhani. Ancianos y discapacitados quedaron en medio del problema del coronavirus, y actuaron de la manera más corrupta y salvaje hacia la gente de la región y la gran nación de Irán”.
Como patrocinador estatal del terrorismo, las empresas estadounidenses tienen prohibido hacer negocios con Irán. Las sanciones impuestas por el presidente Donald Trump en 2018 también prohibieron a Estados Unidos hacer negocios con empresas extranjeras que hacen negocios con Irán.
Rouhani no mencionó la posibilidad de usar vacunas fabricadas en Irán.
El gobierno iraní también afirmó en noviembre que había desarrollado una nueva forma de realizar pruebas de detección del coronavirus chino en individuos, una prueba de antígeno “de cosecha propia” que, según los funcionarios, tarda sólo 20 minutos en confirmar un caso. Los funcionarios iraníes hicieron el anuncio con artículos ruidosos proclamando el poder científico de Teherán en los medios estatales, pero desde entonces no han actualizado sobre la fabricación o el uso masivo de las pruebas.
En abril, el jefe del grupo terrorista IRGC, el general de división Hossein Salami, afirmó de manera similar que los yihadistas habían desarrollado un dispositivo “magnético” que prueba el coronavirus. Los observadores internacionales señalaron que el artículo que utilizó Salami durante el anuncio parecía similar a un falso “detector de bombas” vendido en Irak.
Al igual que el gobierno iraní, el Partido Comunista de Cuba ha afirmado encabezar varias innovaciones en la lucha contra la pandemia del coronavirus chino. Los funcionarios del régimen cubano han afirmado desde abril que los interferones, proteínas que a veces participan en la identificación de infecciones, pueden usarse para combatir el coronavirus.
Ese mes, los médicos que trabajan con la ONG Cuban Prisoners Defenders advirtieron que no existe evidencia científica de que los interferones puedan ayudar a combatir las infecciones por coronavirus y que su uso puede “matar, en lugar de curar, a los pacientes”.
El medio de propaganda estatal cubano, Granma, se ha alejado en gran medida de la supuesta “cura” del interferón a raíz del desarrollo de la vacuna candidata de Soberana. La semana pasada, el segundo al mando del dictador Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel, visitó el Instituto de Vacunas Finlay en La Habana para supervisar el supuesto desarrollo de las vacunas, y elogió a los científicos por “funcionar como una familia, unida, luchando y resistiendo en medio de la adversidad y al final triunfando”.