Por Miguel Díaz

Un miembro del personal de salud de Oregón se encuentra hospitalizado tras sufrir una reacción alérgica grave a la vacuna COVID-19 de Moderna.

Según informó la Autoridad de Salud de Oregón (OHA, por sus siglas en inglés), la persona trabaja en el Wallowa Memorial Hospital, ubicado en la ciudad de Enterprise, condado de Wallowa.

El trabajador, que no fue identificado, había recibido la primera dosis de la vacuna esta semana. Sin embargo, tras experimentar anafilaxia, fue internado en un hospital, detalló el organismo en un comunicado fechado el 31 de diciembre de 2020.

La Clínica de Mayo describe a la anafilaxia como una reacción alérgica grave y potencialmente mortal. Puede afectar diversos órganos tales como la piel, nariz, boca, garganta, pecho, corazón, tracto gastrointestinal y/o el sistema nervioso.

Los signos de esta reacción pueden incluir dificultad para respirar, latidos cardíacos rápidos y mareos.

El efecto adverso presentado en el caso de Oregon representa uno de los primeros reportados en referencia a la vacuna de Moderna.

La semana pasada un trabajador de la salud de Boston también experimentó una reacción alérgica grave tras recibir la vacuna de la empresa estadounidense de biotecnología.

“Mi frecuencia cardíaca era 150, mi frecuencia cardíaca normal es 75 pero… seis, siete minutos después de la inyección de la vacuna, sentí en mi lengua y también en mi garganta tener, como, una extraña sensación de hormigueo y entumecimiento”, detalló el Dr.  Hossein Sadrzadeh.

El Dr. Sadrzadeh, quien tiene antecedentes de alergias, dijo que su presión arterial bajó tanto que ni siquiera se detectaba con un monitor. Fue entonces cuando decidió usar su EpiPen, y luego el personal lo llevó rápidamente a la sala de emergencias.

La OHA ha alertado que “aquellos que hayan tenido una reacción alérgica inmediata, incluso si no fue grave, a una vacuna o terapia inyectable para cualquier enfermedad deben preguntar a su proveedor de atención médica si deben recibir una vacuna COVID-19”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han reconocido que algunas personas han experimentado reacciones alérgicas graves después de recibir la vacuna COVID-19.

El organismo advirtió que las personas que han experimentado una reacción alérgica grave a cualquier componente de las vacunas aprobadas no deben recibirlas. Si las personas experimentan una reacción a la primera dosis (se supone que las personas deben recibir dos dosis, espaciadas en 21 días), no deben recibir la segunda dosis.

Si bien las vacunas de COVID-19 están aprobadas bajo autorización de uso de emergencia, fueron las vacunas aprobadas más rápidamente en la historia, lo que despierta sospechas sobre su seguridad y posibles efectos adversos no previstos.

Los voluntarios del ensayo de la vacuna de Moderna experimentaron una variedad de efectos secundarios, como fatiga, dolor de cabeza y escalofríos. Se informaron reacciones adversas graves en aproximadamente el 1 por ciento de los participantes del ensayo. Cinco personas murieron, tres de las cuales recibieron un placebo, según los resultados del ensayo publicados esta semana.

De acuerdo a los registros de los CDC, desde que comenzó la campaña de vacunación en Estados Unidos, miles de personas han experimentado efectos negativos luego de recibir la vacuna COVID-19.

Algunas reacciones adversas se detallan en el Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas de los CDC.

Por ejemplo, una mujer de 40 años de Alaska recibió la vacuna de Pfizer el 17 de diciembre, a pesar de que tenía antecedentes de reacción alérgica grave a la vacuna contra la influenza.

Desarrolló un “estrangulamiento” durante aproximadamente 20 minutos. Tuvo que recibir un EpiPen y fue enviada a la sala de emergencias.

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