Hoy comenzó la distribución de las 300.000 dosis que trajo Aerolíneas Argentinas al país, y muchos lotes fueron enviados a las provincias del interior. Sin embargo, como todo lo que parece hacer este gobierno, estuvo embarrado por los errores, la falta de profesionalismo y las mentiras.
Una de las primeras sorpresas vino en la empresa utilizada. El presidente Alberto Fernández había mencionado que así como Aerolíneas trajo las vacunas al país, sería Correo Argentino quien las distribuya por todos las provincias. Pero esta mañana, los camiones y camionetas de la empresa privada Andreani pintaron de rojo las rutas del país.
Andreani no tiene vehículos con la capacidad de refrigeración necesaria para mantener a las vacunas en -18°C (temperatura mínima necesaria para que no se rompa su cadena de frío y pierdan su efectividad) y la distribución se realizó en cajas de telgopor con placas eutécticas y hielo seco.Si bien este método podría ser útil para pequeños trayectos, se vio en la llegada a provincias como Tucumán, Salta o Mendoza que estas vacunas podrían haber sufrido una interrupción de su cadena de frío.

Andreani, con dinero del Estado, lanzó el “Operativo Especial Vacuna COVID-19”.

El caso más insólito de todos se dio en Tucumán. Luego de que llegará un lote con vacunas, un periodista del canal TN le pregunta al técnico cómo hacen para verificar que no se haya perdido la cadena de frío. El “experto” le explica que tienen un aparato de marca LogTag que mide en todo el viaje su temperatura, y que pueden ver el registro térmico conectando el aparato a una computadora.
Mientras filmaban las cámaras en vivo, la computadora muestra el registro con un cartel enorme de “Alarma” en el costado superior izquierdo. En el costado derecho se ve que se reporta “Estado: Fallado” (“Status: Failed“, en inglés) y el mensaje asegura que hubo 9 minutos del trayecto donde el recipiente no conservó la temperatura. Otro cartel muestra que tuvo un pico de temperatura de -5,6°C, muy por encima del requerido -18°C.Pero lo más increíble de todo este bochornoso episodio es que el técnico asegura frente a las cámaras que “todo está bien” y que “se conservó la temperatura” señalando un cartel que dice “-18°C”, pero lo que no menciona es que en esa parte de la pantalla dice “alarma: -18°C”, indicando que no se conservaron los -18 grados.

Ante la insistencia del periodista, que tampoco entendía lo que estaba pasando, el técnico se justificó en ese momento diciendo que “podía deberse a la mala conexión de Internet del lugar” o a una “falla técnica debido a que no haya descargado bien la fuente del DataLogger”.  

https://twitter.com/laderechamedios/status/1343647520409481218

Todo el aparato gubernamental de la provincia de Tucumán salió a defender la logística del EstadoLuis Rocha, operario del depósito de la vacuna en Tucumán, dijo como excusa: “La temperatura fue constante y hubo equilibrio térmico. Activamos el sistema de data logger antes de poner la vacuna en la conservadora”.

“Cuando llegó cada conservadora tomamos el registro, en el momento en el que le pusimos nuestro termómetro en cada caja a -40 grados”, amplió. Cabe destacar que la conservación de la vacuna rusa es más fácil que la de otras dosis que están actualmente manejando los demás países del mundo, que deben ser trasladadas a -60 grados.

Desde el Gobierno de Tucumán emitieron un comunicado en el que afirman que las vacunas “nunca perdieron la cadena de frío” y que el encargado del lugar en el que se encuentran las vacunas explicó que las variantes dentro de los sensores se deben a cuestiones técnicas que están dentro de lo previsto. Pero no mencionó cuáles son esas “variables técnicas”.

Desde el Depósito Central del Sistema Provincial de Salud (SIPROSA) donde se encuentran almacenadas ahora las vacunas Sputnik V antes de comenzar el programa de aplicación, detallaron que “no hubo ninguna anomalía en el resguardo de la cadena de frío y que los datos que arrojaron los sensores, que desataron la confusión, son parte de un proceso técnico“. De vuelta, no dieron detalles e qué es este “proceso técnico”.

El encargado del depósito, Eduardo Carrillo, trató de dar una explicación coherente: “todos los procesos que tienen los sensores tienen un momento de inercia térmica desde que se utilizan. O sea, inmediatamente van adquiriendo la temperatura hasta llegar a los valores de referencia, esa es la explicación concreta. En ningún momento las vacunas perdieron la cadena de frío. La temperatura de -40º se mantuvo constante durante todo el tiempo tratado”.

Pero en una insólita explicación que trasciende la parodia, Carrillo comparó las vacunas con una lata que se guarda en la heladera: “El DataLogger mide el momento en que se cierra la conservadora. A partir del momento en que marca los -40ºC la temperatura se mantiene constante. Para explicarlo básicamente es lo que pasa cuando uno guarda algo en la heladera. El dataloger sería una lata que se guarda en la heladera. Cuando se la tiene en la mano tiene una temperatura, pero cuando se la guarda en la heladera y se cierra la puerta comienza a tener la temperatura del refrigerador. En este caso funciona igual”. 

Esto es cierto, pero les falta explicar que según el mismo DataLogger, que en ningún momento parece estar defectuoso, la caja empezó a -40°C y fue lentamente subiendo la temperatura hasta -18°C, pero siguió aumentando la temperatura hasta -5,6°C, lo cual debería llevar a que se deseche el lote entero de vacunas.

De todos modos, desde el depósito aseguraron que “nos dijeron hasta el momento que no se va a devolver ningún lote. Diciendo que es una falla de lectura del termómetro“.

Fuente: derechadiario.com.ar

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