Las Big Pharma (Grandes Farmacéuticas) usaron personas de Argentina y Brasil para los ensayos clínicos de esta vacuna. También, tiempo después, se reveló que científicos chinos (en China) ya estaban trabajando con estas vacunas. Como estaban en el proceso de hacer una gran cantidad de ensayos en humanos en Argentina y Brasil, nunca hubo informes o noticias. Se necesita, según las reglas, de 30.000 a 60.000 personas. Estas personas serían los “voluntarios”, y el hecho siempre fue de que hay suficientes personas en los asentamientos urbanos pobres o favelas donde hay un gran aglomerado de gente sin registros.
En estos lugares, es fácil obtener “voluntarios”. ¿Qué pasa con ellos? Parece que nunca hubo un problema con los tests en estos voluntarios. Nunca hubo un efecto secundario, ¿nunca hubo muertes? La razón de realizar los ensayos en Brasil y Argentina es muy clara. Hay suficientes “voluntarios”.
Al principio de la “epidemia” en Argentina y Brasil, murieron muy rápidamente algunos dirigentes de estos lugares, que se registraron por COVID-19. Se han cometido muchos pecados alrededor del mundo para agarrarse del poder, primero engañando a la gente mundialmente con lo que pueden; un virus y la vacuna son un paso seguro para controlar el mundo.
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Traducido de Natural News por TierraPura.org
Un hombre indio de 40 años está siendo demandado por el Instituto de Suero de la India (SII por sus siglas en inglés) por hacer públicos detalles escalofriantes sobre los horribles efectos secundarios que experimentó tras ser vacunado contra el coronavirus de Wuhan (COVID-19).
El hombre había estado participando en un ensayo clínico de una vacuna experimental contra el COVID-19 cuando sufrió un colapso “neurológico y psicológico”. La ronda de pinchazos lo dejó en el hospital durante 15 días, según los informes, ocho de los cuales los pasó en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
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Se determinó que el hombre había sufrido una neuro encefalopatía aguda, una condición marcada por un estado mental alterado. Esto lo dejó “totalmente desorientado” hasta el punto de que ya no era capaz de reconocer a su familia y parientes cercanos, según la revista Science.
Una vez que recuperó algunos de sus sentidos, el hombre presentó una demanda contra el SII por 676.000 dólares por daños y perjuicios. También exigió que el SII finalizara inmediatamente su ensayo clínico para proteger a los demás participantes.
En lugar de mostrar compasión hacia el hombre y tomar en serio sus preocupaciones, el SII respondió con una contrademanda reclamando una difamación “maliciosa” contra la corporación.
El SII afirma además que el hombre al que lesionó fue “informado específicamente por el equipo médico de que las complicaciones que sufrió eran independientes del ensayo de la vacuna al que se sometió”. Increíblemente, el SII está reclamando la enorme cantidad de 13,5 millones de dólares por los daños causados por el hombre.
“La vacuna COVISHIELD es segura e inmunogénica”, insiste SII. “El incidente con el voluntario de Chennai, aunque muy desafortunado, no fue inducido de ninguna manera por la vacuna y el Instituto de Suero de la India se solidariza con la condición médica del voluntario”.
La implacable codicia de las Big Pharma no conoce límites
Todas las demás grandes empresas farmacéuticas que venden las vacunas contra el COVID-19 han ofrecido una postura similar, afirmando que las lesiones y las muertes después de la vacunación son solo una coincidencia, y no tienen nada que ver con los pinchazos.
Los principales medios de comunicación están de acuerdo, e incluso llegan a afirmar que las lesiones y muertes después de la vacunación contra el COVID-19 son “prueba” de que los pinchazos funcionan.
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El hombre indio demandado por el SII sigue con secuelas, es importante señalar. Su esposa dice que su marido está teniendo dificultades para recordar las cosas, así como para recordar cómo hacer las cosas.
“Incluso después de dos semanas, cosas simples como los pagos en Internet… me pide que los haga”, dice ella. “Él nunca antes hizo eso”.
“Consiguió un buen proyecto durante la pandemia; fue un proyecto estadounidense que comenzó el 1 de octubre. Aparentemente ha perdido eso. Debido a su condición, los clientes se han marchado. Querían que su trabajo se hiciera rápidamente”.
Se está volviendo tan obvio que las vacunas contra el COVID-19 son peligrosas e ineficaces que incluso muchos médicos y profesionales de la medicina que de otra manera apoyan la vacunación están advirtiendo a la gente que no sean inyectadas.
A otros les preocupa que si las Big Pharma no confiesan que la gente resulta herida y muere por las inyecciones, el resto de la “manada” decidirá renunciar a vacunarse por completo.
“Si las vacunas son tan seguras, el primer grupo en recibirlas debería ser toda la gerencia y los empleados de las empresas de fabricación”, escribió un comentarista de la Gran Liga Política.
“En segundo lugar, cada persona en el Congreso, cada político, luego cada empleado del gobierno. Tercero, todos aquellos que deseen ser voluntarios. Después de eso, el resto de nosotros podremos tomar una decisión bien fundada. Solo mi opinión”.
Otro instó a toda la humanidad a rechazar no solo las vacunas contra el COVID-19 sino todos los venenos farmacéuticos. La nueva tecnología de ARNm que se está usando en las vacunas contra el COVID-19 específicamente -pueden aprender más sobre el ARNm en este enlace– debe evitarse por completo porque nadie sabe lo que realmente hace a largo plazo.
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