Por Claire Chretien

El Reino Unido ha anunciado la aprobación de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. Se espera que los EE. UU. apruebe una vacuna dentro de semanas también.

Las instrucciones de seguridad del gobierno del Reino Unido indican que la vacuna no debe ser utilizada por mujeres embarazadas o que estén amamantando, pues se desconoce el efecto que la vacuna de ARNm del COVID-19 tendrá sobre la fertilidad, y que “se debe advertir a las mujeres en edad fértil que eviten embarazarse durante al menos 2 meses después de su segunda dosis.

Mientras los déspotas de todo el mundo han sugerido, algunos usando un lenguaje más fuerte que otros, que sus ciudadanos serán vacunados a la fuerza, o que debería haber o habrá penalidades por no recibir la vacuna, uno se pregunta:

1. ¿Qué pasa si una mujer recibe la vacuna y queda embarazada dentro de los dos meses de recibirla? ¿Se la presionará para que aborte a su hijo? ¿Qué impacto tendría esa vacuna en el bebé?

2. ¿Se presionará, o incluso se obligará, a las “mujeres en edad de procrear” a utilizar métodos anticonceptivos o renunciar al embarazo para recibir la vacuna, que se ha presentado como la clave fundamental para “volver a la normalidad”? ¿En qué mundo se consideraría justo o equitativo decir a las mujeres que no deben quedar embarazadas para que puedan recibir una intervención médica opcional para una enfermedad a la que sobrevive la gran mayoría de las personas?

3. ¿Se presionará a las madres primerizas para que renuncien a la lactancia para que puedan vacunarse?

4. ¿Le dirán los obispos católicos a las mujeres que deben renunciar al embarazo para poder vacunarse? Los obispos católicos de California dicen que se han comprometido “a promover y fomentar la vacunación contra el COVID-19 en las comunidades en las que servimos”. Si le dicen a las mujeres que renuncien a tener hijos, al menos temporalmente, para que puedan recibir la vacuna, ¿cómo se ajustará eso a la enseñanza de la Iglesia de que los niños son el principal fin del matrimonio y que la anticoncepción es intrínsecamente mala?

5. De acuerdo con las directrices del gobierno del Reino Unido, que presumiblemente serán similares a las directrices de la vacuna de Pfizer en otros países, las mujeres embarazadas no deberían recibir la inyección. ¿Serán las mujeres embarazadas y no vacunadas discriminadas por esto, se les negará el acceso a las aerolíneas y otros servicios?

El hecho de que estas preguntas deban hacerse es escalofriante (no tan escalofriante como la propia vacuna, que extrañamente tiene que ser almacenada a -70°C- más fría que la Antártida).

El futuro de la raza humana, la sociedad civil y las libertades más básicas están en juego. El momento de hacer estas preguntas es ahora. No es demasiado tarde, pero si no lo haces pronto lo será.

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