Luego de que varias empresas estatales del Partido Comunista chino (PCCh), incumplieran con sus obligaciones comerciales, este se vio envuelto en dificultades financieras y obligado a buscar financiación.
A ello siguió una acelerada venta de bonos que perdían valor en el mercado, afectando también al mismo mercado financiero e incentivando “la banca en las sombras” en la apremiante búsqueda de liquidez.
Por su parte, una de las 68 empresas autorizadas para realizar actividades fiduciarias en China y uno de los mayores “bancos en la sombra” del continente, Huaxin Trust Co., requiere de 1.000 millones de dólares para superar sus dificultades.
No obstante, una de las condiciones impuestas por Huaxin Trust Co. a sus posibles inversionistas es que apoyen la financiación de la empresa, lo que los haría perder interés.
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Por falta de liquidez dejó de cumplir con los reembolsos de docenas de productos de inversión y préstamos en los últimos meses.
Por otro lado, Huaxin Trust estuvo bajo sospecha de mal manejo de los dineros confiados a las empresas, lo que se apresuró a desmentir.
Otra de las empresas con problemas es Sichuan Trust Co. que no ha podido devolver a los inversores más de 20.000 millones de yuanes.
Igualmente, Anxin Trust Co., que cotiza en bolsa en Shanghai y que se derrumbó el año pasado al descubrirse que le faltaban 7.600 millones de dólares.
Recientemente, el incumplimiento de los bonos de Yongcheng Coal ha despertado una mayor preocupación sobre si los gobiernos locales podrán rescatar las empresas estatales a su cargo.
Yongcheng Coal & Electricity Holding Group, es un operador minero de propiedad del gobierno provincial de Henan, que incumplió un pago de 152.200 millones de dólares a principios de este mes, según South China Morning Post del 23 de noviembre.
Asimismo, el incumplimiento de los bonos por parte de las empresas estatales ha puesto de relieve el problema de la deuda de China, que ha crecido este año, haciendo saltar las alarmas del sector financiero.
En este sentido, el Instituto de Finanzas Internacionales estimó la semana pasada que la deuda interna total de China, incluidos los préstamos financieros, alcanzó el exorbitante porcentaje del 335% del PIB en el tercer trimestre de 2020.
La deuda general del país creció más rápido este año por el desastroso impacto del virus PCCh (Partido Comunista de China).
Beijing amplió el límite de deuda de los gobiernos locales en un intento por mejorar su economía.
Para el ex ministro de finanzas Lou Jiwei la recuperación económica podría ir acompañada de una crisis de la deuda que se está gestando.
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“Una vez que la economía se recupere, es necesario devolver demasiada liquidez”, dijo Lou en una cumbre en Pekín la semana pasada, según South China Morning Post.
Y agregó: “También existe el riesgo de un colapso de la deuda. Debemos reducir decididamente el apalancamiento, especialmente dentro de las instituciones financieras”.
La administración Trump impuso sanciones severas a muchas empresas vinculadas al PCCh, y dado que el régimen es considerado una grave amenaza para EE. UU., y para el mundo en general las perspectivas no son muy positivas para su estabilidad.
Más aún, ahora que, al parecer, se involucra en las graves interferencias del proceso electoral estadounidense.
Por: José Hermosa