El Dr. Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, ha sido designado como nuevo asesor sanitario del equipo de transición del candidato demócrata Joe Biden, ungido por la corporación mediática y el establishment político como Presidente-Electo de la Nación, a pesar de que todavía no hay resultados oficiales.

En los últimos días, las declaraciones de Osterholm han acaparado la atención mediática ya que el asesor de Biden sugiere que Estados Unidos debería entrar en una cuarentena estricta de cuatro a seis semanas a partir del 20 de enero del año que viene, con el objetivo de combatir de manera “eficaz” el aumento de los casos por COVID-19.

Lea también: Fraude de Dominion: «La China comunista interfirió con nuestras elecciones», dice abogado de campaña de Trump

Osterholm explicó recientemente a la cadena ultra-demócrata CNBC que él cree que cerrando negocios no esenciales a nivel nacional, como mínimo durante un mes o mes y medio, Estados Unidos puede bajar considerablemente las cifras de personas hospitalizadas por coronavirus, así como los registros de nuevos casos y sobre todo, los fallecidos.

Aunque no es su campo de estudio, Osterholm respondió sobre la situación económica que pondría a Estados Unidos una medida así. 

Al ser consultado sobre las consecuencias catastróficas de una cuarentena prolongada si se paralizan la actividades por varias semanas, el asesor de Biden brindó una explicación insólita: aseguró que si Estados Unidos pide dinero prestado (por ejemplo, de China) para pagar los salarios de los empleados despedidos producto del cierre de empresas por su cuarentena, se podría sortear la crisis hasta que la distribución de la vacuna alcance a la mayoría de la población.

Es decir, el asesor de Biden confía en que la economía de Estados Unidos se puede reactivar incluso si el país permanece cerrado. Pareciera que el Dr. Osterholm pretende aplicar en los Estados Unidos no sólo el mismo modelo sanitario que fracasó estrepitosamente en Argentina, sino también las mismas teorías económicas que vienen fallando hace décadas.

Lea también: Argentina, nación vendida a globalistas y al régimen chino: las verdaderas razones de la cuarentena interminable

A principios de esta semana, Osterholm intentó justificar su predilección de forzar a la población a una cuarentena estricta advirtiendo que, si no se tomaban medidas drásticas, los próximos meses podrían convertirse en el periodo más oscuro de la pandemia.

La sugerencia de un cierre total del país por parte del asesor de Biden sorprendió a otros profesionales que también recomiendan medidas restrictivas para poder frenar el contagio, pero que son más escépticos sobre volver a confinar a toda la población, como el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, y uno de los principales miembros del equipo de trabajo que se ocupa de la pandemia que designó Trump.

Fauci se pronunció este jueves afirmando, a través del programa Good Morning America“Nos gustaría mantenernos alejados de eso porque no tenemos ganas de encerrar al público estadounidense otra vez”. Y agregó: No necesariamente tienes que cerrar todo. La mejor estrategia opuesta a la cuarentena es intensificar las medidas de salud pública antes de confinar. Si puedes hacerlo bien, no tienes que dar ese paso… que tiene tantas implicaciones tanto psicológicas como económicas. La ayuda está en camino. Las vacunas van a tener un gran impacto positivo”.

Fauci en rueda de prensa junto al presidente Donald Trump.

En un claro contraste, el gobierno de Trump no comparte al mensaje apocalíptico del equipo de Biden y se niega rotundamente a declarar una cuarentena de alcance nacional.

“Esta administración no irá a una nueva cuarentena”, afirmó Trump en una de sus últimas conferencias. “Con suerte, pase lo que pase en el futuro, quién sabe qué administración será, supongo que el tiempo lo dirá. Pero puedo decirles que esta administración no irá a una cuarentena”, sentenció respecto al futuro incierto de esta elección.

Lea también: Trump insiste en la vacuna por muy buenas razones

En la misma conferencia de prensa, el presidente Trump anunció la fase final de la Operación Warp Speed, que logrará vacunar a más de 20 millones de estadounidenses con ayuda del Ejército para fines de diciembre, aunque la misma no será obligatoria.

https://twitter.com/laderechamedios/status/1327725883038326785

Fuente: La Derecha Diario

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
2 Comentarios
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas